viernes, 26 de marzo de 2010

Vitrasa instala cámaras en los autobuses nocturnos a Samil para evitar altercados

Suprimirá los servicios a "San Pepe" tras pagar este año más de 3.000 euros por destrozos






Uno de los autobuses de Vitrasa que ya incporra una cámara de 
vigilancia en su interior.
Uno de los autobuses de Vitrasa que ya incporra una cámara de vigilancia en su interior.  Joel Martínez
ALBERTO BLANCO Vitrasa extrema la seguridad en los autobuses nocturnos a Samil para frenar los altercados que se producen a bordo las madrugadas de los fines de semana. La concesionaria instaló ya una videocámara de vigilancia en uno de sus “búho” –como se conoce a estos servicios– y en los próximos días dotará de este sistema a otros cuatro vehículos de la flota. “Sólo funcionarán en esta línea, en la que más vendidos van los conductores”, explica el director general de la compañía, Juan Carlos Villarino.
La aplicación de esta medida surge un año después de que usuarios de Vitrasa denunciaran en reiteradas ocasiones las trifulcas que se originaban entre los jóvenes a bordo de las líneas N1 y N2. Los conductores también veían amenazada su integridad. “Fuman porros, beben, se pelean y nos insultan; pero no les puedes echar”, declaraba a FARO uno de los chóferes de estas líneas, que enlazan Teis, Areal y Samil los viernes, sábados y vísperas de festivos, desde once de la noche a ocho de la mañana.
Los conflictos a bordo de estas dos líneas ha obligado incluso a intervenir a la Policía, que tuvo que desalojar a los alborotadores en reiteradas ocasiones y tras la voz de alerta de los conductores de Vitrasa. “Tuvimos algún que otro problema y se siguen manteniendo. Varios fueron serios, y mayoría son por las intoxicaciones etílicas”, lamenta Villarino. Las dos líneas contabilizaron durante el último año 83.545 viajeros, un 10 por ciento más que en 2008.
Por otro lado, la compañía se plantea suprimir los servicios al Campus Universitario durante las festividades de San Teleco y San Pepe. En la última, Vitrasa tuvo que pagar más de 3.000 euros en reparaciones por los destrozos. “O tenemos una protección muy fuerte de la policía, o no podemos mantener estas líneas esos días. Este año rompieron tres lunas, varias barras, mamparas... Nos estamos planteando seriamente suprimirlos”, advierte Villarino.

Obras, crisis y huelga del metal, causantes de la pérdida de casi 600.000 viajeros
La pérdida de casi 600.000 viajeros el año pasado respecto a 2008 responde, según el director de Vitrasa, a tres causas “ajenas” a la compañía. “La huelga del metal provocó que en algunas jornadas se perdieran hasta 11.000 pasajeros; las obras provocaron que no pudiéramos ser puntuales y la crisis económica también influyó por la reducción de desplazamientos”, argumenta Juan Carlos Villarino.
Por otra parte, el máximo responsable de Vitrasa anunció además que en los próximos meses la compañía recorrerá los barrios y parroquias de la ciudad con un “autobús oficina” para dar información a los vecinos sobre el servicio, fomentar el uso del transporte público y para que puedan tramitar las tarjetas verdes, de las que ya se expidieron 351.848 desde el año 1999.

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