Dos hombres le dieron una brutal paliza en Arlaban. Los servicios de la víctima fueron contratados por los inculpados desde un club de alterne de Vitoria
La Audiencia de Gipuzkoa ha condenado a penas que suman dieciséis años de prisión a dos personas que hace tres años propinaron una brutal paliza a un taxista de Vitoria, cuyos servicios habían contratado a la salida de un club de alterne de la capital alavesa. Los inculpados abandonaron al conductor gravemente herido en el puerto de Arlaban, entre Gipuzkoa y Álava. Los acusados han sido declarados responsables de los delitos de asesinato en grado de tentativa y de robo de vehículo. Por el primero de ellos, el tribunal les ha impuesto una pena de trece años de cárcel, mientras que por la sustracción del coche han sido condenados a tres años y nueve meses. Además, los inculpados deberán indemnizar a la víctima con 261.000 euros por las secuelas que le han quedado así como por los días en los que el taxi estuvo parado.
Los hechos que ahora han sido sentenciados por la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa ocurrieron la noche del 4 de noviembre de 2007. Según la resolución judicial, sobre las doce menos cuarto, los acusados, Alfonso G.H., de 52 años, nacido en La Coruña y conocido como 'El gallego' y Joaquín de la P. O., de 24, natural de Vitoria, solicitaron por vía telefónica la presencia de un taxi en el club de alterne La Damas de la capital alavesa. La llamada fue atendida por la operadora de la central de radio taxi de Vitoria que envió al destino al vehículo número 71, un Citroen C-5 conducido por la víctima. Al llegar al club, el taxista recogió a los clientes, quienes le pidieron que les llevase a Oñati.
Durante el trayecto, los inculpados le hicieron saber que antes de llegar al destino tendría que parar en un caserío para recoger un bulto, a lo que el conductor no puso ninguna objeción. Sin especiales incidencias, el taxi superó el alto de Arlaban y antes de llegar a la Virgen de Dorleta, los acusados pidieron al chófer que se detuviera ya que necesitaban orinar. Los dos inculpados salieron del vehículo al que regresaron dos o tres minutos después. Una vez dentro, indicaron al taxista que se desviara por un camino forestal.
La víctima siguió las indicaciones de los dos inculpados y se adentró unos metros por la pista, aunque al comprobar la fuerte pendiente que había les hizo saber que no podría seguir.
Dejarle vivir
Según el relato de los hechos efectuado por la Audiencia de Gipuzkoa, los dos inculpados bajaron entonces del taxi y comenzaron a caminar. Sin embargo, apenas habían transcurrido veinte minutos cuando ambos regresaron. El taxista aprovechó un momento para salir a orinar y cuando se encontraba fuera uno de los acusados, «con ánimo de matarle», dice el tribunal, le agarró por la espalda, mientras el otro comenzó a propinarle puñetazos que impactaron directamente en el rostro. Al tercer puñetazo, el acusado cayó al suelo, desde donde suplicó a los agresores que se quedaran con el coche, «pero que le dejaran en paz, que le dejaran vivir», se indica en la resolución.
El tribunal señala que los acusados hicieron caso omiso a sus peticiones y con el taxista caído le propinaron una brutal paliza. La sentencia detalla que el conductor recibió de forma reiterada puñetazos, patadas y puntapiés en la cabeza, espalda y rostro. Precisa asimismo que los inculpados utilizaron un trozo de madera de unos 40 centímetros de largo y 10 de grosor para darle más golpes. Fue tal la brutalidad con la que los inculpados se manifestaron que terminaron por romper la madera.
Cuando el conductor quedó tumbado, malherido y sangrando, los dos acusados se dispusieron a abandonar el lugar. «Ya vale, no le des más, éste ya no se mueve de aquí», dijo 'El gallego'. Sin embargo, antes de abandonar el lugar, uno de ellos vio que la víctima todavía movía la cabeza y regresó para someter a una nueva secuencia de salvajes agresiones.
Los dos acusados dejaron finalmente al conductor malherido y huyeron con el coche, otra vez en dirección a Vitoria. La víctima fue localizada sobre la una de la madrugada por el conductor de un camión que alertó a la Ertzaintza.
El taxista fue trasladado por una ambulancia al Hospital de Arrasate, donde fue atendido en primera instancia de las fracturas que presentaba en la mandíbula y en la nariz. Posteriormente, fue conducido al Hospital de Cruces, en Barakaldo. El turismo fue localizado al día siguiente gracias al dispositivo GPS que disponía.'
Como consecuencia de la agresión, la víctima sufrió hematomas y fracturas varias. Las lesiones tardaron en estabilizarse 423 días.
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