Ayer se terminó la perforación del túnel de A Burata, en las proximidades de Ourense, de algo más de cuatro kilómetros de longitud
Autor de la imagen: | MIGUEL VILLAR
Con los proyectos reformados se dibuja una línea de alta velocidad que circulará en túnel por 105 kilómetros entre la frontera con Zamora y Santiago, el 54% del total
- Pablo González
Cuando a finales del 2015 el primer tren de alta velocidad circule desde la frontera con Zamora hasta Santiago, los viajeros habrán ganado tiempo y velocidad, pero a costa de perderse el paisaje. La actual línea que une Galicia con la capital zamorana, un zigzag permanente entre vía a cielo abierto y casi un centenar de túneles de longitud modesta, será sustituido por dos macrotúneles paralelos de los que los trenes apenas asomarán la cabeza en seis kilómetros intermitentes de un total de 69, entre el túnel del Padornelo y Porto (Ourense). Durante el cuarto de hora que durará este recorrido, los viajeros solo podrán ver oscuridad por la ventanilla, con muy breves intervalos de luz, casi fogonazos, entre boca y boca de la docena de subterráneos en esta sección de la línea.
Tras la reforma de los proyectos para lograr velocidades superiores a 300 kilómetros por hora, este tramo ha roto la estadística y convertirá al recorrido Requejo-Lubián-Ourense-Santiago en el que más tramos subterráneos tendrá de España en un recorrido más largo. De estos 195 kilómetros, el 54% irán bajo tierra reduciendo considerablemente el impacto medioambiental, aunque los porcentajes varían dependiendo de los tramos.
Así, la mayor proporción de trazado subterráneo se produce en el tramo cuyo replanteamiento inició la ex ministra Magdalena Álvarez. Entre Lubián y Porto, el porcentaje supera el 91%, para descender al 20% en el tramo posterior que no fue modificado (Porto-Taboadela). En la variante de Ourense, que aún se encuentra en fase de redacción del estudio informativo, el trazado en túnel que evitará áreas urbanizadas suma casi 10 kilómetros, el 56,4% del recorrido. Y, por último, entre esta ciudad y Santiago se construyeron 28,5 kilómetros subterráneos. Los 29 túneles de este eje ferroviario ya han sido perforados y solo resta instalar la vía y los dispositivos eléctricos y de seguridad, según Fomento.
En total, el acceso central de alta velocidad a Galicia -el que entronca con el eje atlántico en Santiago- tendrá 49 túneles, algunos de ellos de una longitud considerable, pues está previsto que entre Lubián y Taboadela se construya el túnel de Corno, de ocho kilómetros y medio de longitud. Solo en la línea entre Ourense y Vigo -de la que en breve se espera la aprobación de la declaración de impacto ambiental- habrá uno mayor, el de San Marcos, con casi diez kilómetros de largo.
En la zona más próxima a la frontera con Castilla y León, al contrario que entre Santiago y Ourense, la mayoría de los túneles serán bitubo -las dos vías irán por subterráneos independientes-, por lo que, como recuerda el experto en alta velocidad Luis Baamonde, «en realidad habrá que construir más de 120 kilómetros de túnel y como mínimo serán necesarias seis tuneladoras».
Número de tuneladoras
Fomento aún no tiene del todo perfilado cuántas máquinas perforadoras serán necesarias, pero el ministro José Blanco ya anunció que se batirá el récord de España, que en principio lo ostentaría la variante de Pajares o la línea 9 del metro de Barcelona, infraestructuras en las que trabajaron cinco tuneladoras al mismo tiempo.
El ingeniero Xosé Carlos Fernández Díaz incide en las dificultades que acarreará habilitar las plataformas para al menos media docena de estos artefactos de ingeniería, así como su traslado a las zonas de trabajo. Además, para reducir el número de túneles se rebajó la cota del trazado, de forma que el actual discurre en algunas zonas por debajo de la línea convencional. Este hecho preocupa especialmente a Fernández Díaz, pues cree que deben actualizarse los estudios geotécnicos de esta zona «para que no haya sorpresas con las tuneladoras». Sus averías suelen causar retrasos considerables.
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