- Vídeos
Los primeros se movían con leña y circulaban a poco más de 10 kilómetros por hora.
Ángeles Pelayo | José Pablo García (A3N)
Los primeros se movían con leña y circulaban a poco más de 10 kilómetros por hora. Hoy ofrecen incluso conexiones a Internet. El servicio del taxi cumple cien años, un siglo de historia que ha dado para mucho.
Ya hace cien años que son parte de nuestro paisaje. Llegaron para sustituir a los coches de caballo. Los primeros taxis eran de leña. No iban muy rápido, a unos 15 kilómetros por hora y la carrera rondaba los 20 céntimos.
Quien tenía un coche por esa época conseguía sin problemas una licencia. El conductor solía ser joven, venía de algún pueblo y acababa de hacer la mili.
El cartel de libre se colocó en los años 30. Cuando estalló la Guerra Civil, los más de 3.000 taxis que circulaban por Madrid fueron requisados por el bando republicano. Llevaban a los soldados al frente del Guadarrama.
A mediados de los 60, Los taxistas ya no querían el uniforme: esa chaqueta y pantalón azul. Para protestar, lluvia de gorras en la Cibeles.
Tardaron tres años en conseguir colgar el uniforme y quien no lo llevara se arriesgaba a una multa de cien pesetas. Mucho ha llovido desde entonces. Ahora los taxis son vehículos casi de película.
Ya hace cien años que son parte de nuestro paisaje. Llegaron para sustituir a los coches de caballo. Los primeros taxis eran de leña. No iban muy rápido, a unos 15 kilómetros por hora y la carrera rondaba los 20 céntimos.
Quien tenía un coche por esa época conseguía sin problemas una licencia. El conductor solía ser joven, venía de algún pueblo y acababa de hacer la mili.
El cartel de libre se colocó en los años 30. Cuando estalló la Guerra Civil, los más de 3.000 taxis que circulaban por Madrid fueron requisados por el bando republicano. Llevaban a los soldados al frente del Guadarrama.
A mediados de los 60, Los taxistas ya no querían el uniforme: esa chaqueta y pantalón azul. Para protestar, lluvia de gorras en la Cibeles.
Tardaron tres años en conseguir colgar el uniforme y quien no lo llevara se arriesgaba a una multa de cien pesetas. Mucho ha llovido desde entonces. Ahora los taxis son vehículos casi de película.
No hay comentarios:
Publicar un comentario