• El aumento del precio de los billetes sencillos ha llevado al colectivo a movilizarse
• El anuncio de Renfe de una inminente reunión amenaza la unidad de la protesta
CRISTINA BUESA
GIRONA / BARCELONA
El pasado viernes, a las cinco de la tarde, se cerró la votación por internet. El resultado fue muy claro: de los 67 participantes, 56 respondieron que preferían parar el tren el lunes 30. La alternativa era hacerlo el día que se produjese la primera reunión con Renfe, ya fuese la del comité de clientes de Media Distancia o la de la propia plataforma de usuarios de Girona. Pero como este último encuentro sigue todavía sin concretarse, la mayoría optó por el primer día de la semana próxima como el momento ideal para protestar por el aumento del precio de los billetes sencillos en los nuevos trenes.GIRONA / BARCELONA
La encuesta a través de la red era el último paso de una semana movidita. El grupo se creó a principios de año para plantar cara a la compañía ferroviaria y, algo insólito para muchos, ha logrado ser escuchado por sus directivos mucho más que cualquier otro colectivo ciudadano. Pero los retrasos continuos, aseguran sus miembros, y sobre todo la subida sin avisar de alrededor de un 19% de algunas tarifas, les ha decidido a movilizarse de nuevo, algo que solo hicieron una vez en marzo. Interrumpieron la circulación en Sant Celoni (Vallès Oriental) y ahora quieren repetir la acción en el tren que pasa por Girona a las 6.26 horas.
FIASCO PREVIO / Del éxito o no de esta nueva protesta depende la credibilidad del grupo, bastante tocado tras el fiasco del 13 de octubre. Para ese día estaba convocada otra movilización en la estación de Passeig de Gràcia. No obstante, la falta de participantes –no alcanzaban ni la decena– les hizo desistir en el último momento. La razón de ese fracaso debe buscarse en que la decisión de parar la circulación se había tomado en una asamblea a la que escasamente acudieron 30 personas, por lo que parte de los miembros de la plataforma no consideraban oportuno llevarla a cabo.
En la asamblea de la semana pasada en la Casa de Cultura de Girona se percibía esa discrepancia interna. Aunque al final se acordó actuar de forma contundente, algunos de sus más activos representantes son más partidarios del diálogo. Eso también lo saben los dirigentes de Renfe, que han jugado a dividirles para que perdiesen fuerza, según opinan los conocedores de las negociaciones.
CONVOCATORIA EXTRAORDINARIA / La reunión del comité de clientes de Media Distancia, prevista para febrero, no parece tener posibilidades de adelantarse en una sesión extraordinaria, a pesar de que varios miembros lo han solicitado para que la empresa explique el motivo del incremento de los precios. Además de los gerundenses, en este grupo están las entidades de fomento del transporte público, universidades, administraciones y demás.
El otro encuentro, el que solo afecta a la plataforma de usuarios del corredor norte, tendría que haberse celebrado antes del 15 de noviembre. No obstante, el hecho de que estuviese convocada una asamblea en la que se podían tomar decisiones como las que finalmente se han tomado disuadió a Renfe. A pesar de esto, algunas fuentes indican que el propio director general de Media Distancia, Javier Pérez Sanz, estaría buscando un hueco en su agenda para los próximos días. Un resultado positivo para los intereses de los clientes sería tal vez la única manera de aguar la protesta.
LA GENERALITAT PIDE UN ESFUERZO / «Tanto la empresa como los usuarios deberían hacer un esfuerzo para alcanzar un acuerdo global», recomienda el secretario de Mobilitat, Manel Nadal. La Generalitat ha mediado en varias ocasiones para lograr un acuerdo, el último para conseguir que haya «devolución exprés» a partir de los 15 minutos. Durante las obras del AVE, la operadora devolvería el dinero del billete si hubiese un retraso superior al cuarto de hora.
Pero la solución no parece cercana. La plataforma es consciente de que ha logrado algunas cosas, pero la modificación tarifaria ha hecho saltar las alarmas. Y eso que únicamente han aumentado el coste del billete sencillo, siempre y cuando se viajase en un nuevo S-449. El colectivo está formado por personas que se desplazan principalmente con abonos mensuales, que no han sufrido ningún aumento.
HASTA UN 35% MÁS / El gran temor es que, con la entrada del año, Renfe sí suba también estas tarifas por el material móvil nuevo y que, además, le sume el porcentaje habitual del IPC. Esto supondría que en menos de un año el coste del transporte se habría incrementado en alrededor de un 35%, según la plataforma.
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