Redacción Quito
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Los taxistas ejecutivos pidieron que sus unidades sean excluidas del control operativo de taxis ilegales que aplica el Municipio conjuntamente con la Policía. El presidente de la comisión de Movilidad, Patricio Ubidia, dijo que los controles se mantendrán con algunas salvedades.Desde hace tres años, Gabriel Cevallos realiza fletes con su Hyundai amarillo. Este conductor no tiene los permisos de operación y circulación porque su taxi es ejecutivo y el proceso de legalización está en trámite, según dijo, en la Comisión Nacional de Tránsito (CNT).
Eso le ha generado problemas con la Policía.“Tengo siete papeletas de contravención desde que entró en vigencia la nueva Ley de Tránsito”. Eso significa que, de ejecutarse todas las infracciones, Cevallos tendría que pagar USD 763 y le habrían restado 63 puntos a su licencia de conducir.
Pero el problema de Cevallos no solo son las contravenciones emitidas por la Policía. El viernes 6 de noviembre, el chofer pasó por un control policial en el sector de La Ofelia, al norte. Como no pudo justificar el proceso del trámite, su auto fue llevado hasta los patios del Municipio en la Rumiñahui, en el norte. Esa misma situación, según los choferes, la enfrentan cerca de 2 000 taxistas ejecutivos “que pese a que están reconocidos en la nueva Ley Vial, aún no cuentan con los permisos de operación”, afirmó Jorge Chalapud, representante del gremio.
Además, Chalapud dijo que las detenciones de los vehículos son ilegales porque la autoridad de control es la Policía y no el Municipio. Por eso, los choferes pidieron, a través de Ubidia, que no se aplique la Ordenanza 247 en los taxis ejecutivos.
Anteriormente, el secretario de Movilidad, Carlos Páez, explicó que el Cabildo tiene la competencia legal para el control y regulación del tránsito en el Distrito.
Este viernes se cumplirán los 15 días de retención obligatoria del auto de Cevallos y ahora su prioridad es conseguir los USD 640 para pagar la multa. “Es una cantidad excesiva para nuestra condición socioeconómica”.
Con él está de acuerdo el concejal Ubidia, quien, además, admitió que no conoce ningún estudio técnico o análisis socioeconómico que sustente el cobro de ese valor. “Ese valor fue impuesto por la anterior administración, pero será analizado en Concejo”.
Pero a Segundo Milán, un taxista cooperado, lo que más le preocupa es la reducción del trabajo por el incremento de taxis ejecutivos y amarillos.
Según la Emmop, en la ciudad existe una sobreoferta de cerca de 4 124 taxis. A esto se suman cerca de 2 000 ejecutivos. El número de unidades no molesta a Patricio Aguirre, un usuario: “Mientras se ofrezca un buen servicio”. Mónica Chiguano, en cambio, prefiere transportarse en taxis amarillos porque son más seguros y fáciles de identificar. Por eso, ella está de acuerdo con el control.
Aunque los controles se mantendrán, los taxistas ejecutivos y el Cabildo llegaron a un acuerdo para que los taxis que tengan los permisos de operación en trámite no sean sancionados.
Por eso ayer, los dirigentes de los taxis ejecutivos esperaban que la Comisión Nacional de Tránsito certifique que en ese ente 408 taxistas ejecutivos tramitan los permisos de operación.
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