La paternidad de la feria del taxi agrava la guerra interna del sector

• Los organizadores del salón tienen una querella pendiente por apropiación indebida
• Los beneficios no se reparten con el gremio tal y como se acordó en las citas anteriores

Una imagen de la primera edición de Fira Taxi, celebrada en el 2006. Foto: ARCHIVO / danny caminal

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CARLOS MÁRQUEZ DANIEL
BARCELONA

Un taxista de 62 años aseguraba hace un par de semanas de camino al aeropuerto que la división del taxi «ha existido siempre», que al ser un gremio de autónomos es «muy complicado alcanzar acuerdos que gusten a todos» y que ya hace años que se alejó de cualquier asociación por «los continuos desengaños sufridos y el odio que sienten los unos por los otros». El desencanto del sector, dividido en incontables organizaciones, alcanzará este fin de semana el clímax con Fira Taxi, que antaño fue espejismo de la unión y hoy es un motivo más de desencuentro.
El conflicto tiene matices empresariales, económicos, políticos e incluso familiares. La feria se celebró durante dos años (2006 y 2007) con un aplaudido quórum de casi todas las entidades del taxi. Fue un éxito de público y la empresa organizadora (Otac) y el gremio se repartieron los beneficios al 50%. Según José María Goñi, secretario general de la Federació Catalana del Taxi (FCT), «una auditoría demostró que las cuentas fueron saqueadas». José Luis Laborda, director general de Otac, explica que Ramon Laborda –su hermano y contable durante 17 años– y Miquel Sádaba director de Fira Taxi, se quedaron ese dinero a espaldas de la compañía. Les acusa también de crear su propia empresa en el 2008 «para robarnos la feria y los contactos de Otac». Esa nueva firma (Mosaik) es la que organiza ahora el salón, aunque los beneficios no se repartirán con el sector, ya que, argumenta Ramon Laborda, «este año no se ha recibido ninguna ayuda pública ni se ha llegado a ningún acuerdo con el gremio –como sí se hizo en las dos ediciones anteriores– porque está muy dividido». La feria tiene el apoyo de Miguel Tomás, presidente del Sindicato del Taxi de Catalunya, que alerta de la «peligrosa vinculación del señor Goñi con ERC».

¿LIBRE COMPETENCIA? / El hermano del gerente de Otac niega que se llevara «ni un duro» y afirma que está «deseando ir a juicio» –tiene una querella pendiente por apropiación indebida y administración fraudulenta, entre otros presuntos delitos– y que lo único que hizo fue acogerse a la «libre competencia». Espera recibir entre 8.000 y 10.000 visitantes y asegura que solo un expositor les ha fallado «por las amenazas de Goñi».
El líder de la FCT rechaza esta acusación y lamenta que la feria del taxi, «que era la de todos», se haya convertido «en un chiringuito particular de esta empresa, que lo único que quiere es enriquecerse gracias al trabajo de todos los taxistas».

El ayuntamiento acordó en julio que lo más recomendable era anular el salón

La comisión de Seguridad y Movilidad del ayuntamiento, a instancias de ERC, aprobó en julio una moción que desaconsejaba la celebración de Fira Taxi «hasta que no haya una resolución judicial firme en relación al litigio en curso entre las diferentes partes de la organización». ERC, PP y CiU votaron a favor y PSC e ICV se abstuvieron.

Francesc Narváez, concejal de Movilidad, aseguró ayer que el consistorio «no puede estar detrás de un salón que se presume exclusivamente comercial y que no representa al sector». De hecho, 60 asociaciones del taxi han firmado un acuerdo en el que instan a no participar de este salón que consideran «estrictamente particular».