Si el caos de movilidad en el que está sumida Barcelona estos días no era suficiente, a partir de agosto se verá incrementado con el cierre de 14 estaciones de metro que, según las estadísticas del año pasado, afectarán a más de 70.000 usuarios. Los cortes se realizarán en las líneas L5 -en dos tramos distintos-, L2 y L11. Ésta última se cerrará de principio a fin.
La mayoría de las obras se llevarán a cabo entre agosto y la primera quincena de septiembre, excepto las de la L5 entre las estaciones de Can Boixeres y Collblanc, que se alargarán hasta el 9 de noviembre. Con dichas reformas se pretende, entre otras cosas, crear la nueva parada Ernest Lluch, en la línea L5. Estas obras se suman a las que afectan desde hace meses al intercambiador de la parada de Diagonal de las líneas L5 y L3, que no finalizarán hasta noviembre, y a las del túnel de Plaza Catalunya, que inutilizarán los andenes de cercanías en agosto.
TMB anunció ayer que ya ha creado un dispositivo de tres líneas de autobús para garantizar las uniones entre las diversas estaciones de metro, tren y tranvía alternativas. Tal despliegue corresponde a la magnitud de la que será la interrupción más larga en la historia del metro de Barcelona.
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