lunes, 15 de junio de 2009

La crisis baja la bandera


Los taxistas aumentan las horas de trabajo ante el descenso de los clientes y el poco apoyo de los bancos


La carrera media de un taxi en Oviedo son 4,5 euros, con una cerrera mínima de 3,47 euros durante el día y 4,58 euros durante la noche. Son los precios que se establecieron el pasado mes de agosto, cuando se fijó una subida del 8 por ciento en las tarifas.

Los propietarios y los trabajadores de los 312 taxis que circulan por Oviedo han visto cómo en los últimos meses ha descendido sensiblemente el número de clientes y también el precio medio de las carreras.

Marino Esteban, presidente de la Asociación del Taxi, traza la imagen de las consecuencias que la situación económica ha tenido en el sector. Antes los bancos daban más facilidades a la hora de conseguir créditos, bien para cambiar de coche, para comprar una plaza o simplemente para ir tirando. Ahora las entidades han cerrado el grifo y eso afecta muy especialmente a los trabajadores por cuenta propia, entre los que están los taxistas. Además, en la ciudad «ya no hay el movimiento de antes» y han bajado mucho algunos servicios que eran los que más dinero daban, los viajes al aeropuerto y los servicios a empresas. «Ahora la gente se lo piensa y coge el autobús», resume Esteban.

Los que podrían considerarse servicios normales, por la ciudad, más o menos se mantienen, pero han bajado, y mucho, los traslados más largos.

Marino Esteban reconoce que a todo el mundo le va mal y que la crisis no hace distinciones, «pero los taxistas nos vemos muy perjudicados». Es difícil cambiar de coche e imposible vender una plaza. El presidente de la asociación no quiere entrar en este aspecto, pero fuentes del sector explicaron que en Oviedo hay 4 plazas en venta, con precios entre los 240.000 y los 360.000 euros. No se venden.

También es cierto que los taxistas tienen subvenciones para comprar vehículos ecológicos o de gas. El modelo más implantado, el Toyota Prius, tiene un precio de 24.000 euros. «Sí que ahorras en combustible y contaminas menos, pero no sabemos el resultado que dará a largo plazo porque son vehículos muy nuevos», dice Marino Esteban.

Y en cuanto a modelo de vehículos, en Oviedo tan sólo queda uno de aquellos «London Taxi» que se presentaron a bombo y platillo hace nueve años. Los coches se deterioran y el único taller en España que los arregla está en Valencia, con todo lo que supone de gastos y espera en las reparaciones.

La crisis económica es el principal problema de los taxistas ovetenses. El tráfico no es tan intenso en la ciudad, pese a las obras que se han iniciado en las últimas semanas, como para quejarse, porque como explica el presidente de la asociación «las obras afectan a todos y hay que hacerlas».

Así las cosas no se contempla una futura ampliación del número de plazas de taxi en la ciudad, «porque el servicio está bien cubierto así», y para superar la que está cayendo los taxistas no tienen más que echar más horas de trabajo y aguantar el tirón hasta que vengan mejores tiempos.

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