Hay cinco tuneladoras para la línea 9, pero no hay manera de que todas trabajen a la vez. La que excava el túnel de conexión entre la plaza de Cerdà y la Zona Franca está parada junto a la futura estación de Foc Cissell desde hace más de un mes y necesita una reparación que será larga. El Departamento de Política Territorial reconoció ayer la situación y añadió que no estaba en disposición de decir, ni siquiera aproximadamente, cuándo volverá a funcionar la máquina. Algunos técnicos apuntaron a este diario la posibilidad de que el parón se prolongue seis meses.
En un primer momento, la tuneladora paró porque se descubrió un colector "muy antiguo", según el Gobierno catalán, lo que hizo necesario intervenir para estabilizar el terreno y evitar males mayores. Tras ese parón, la tuneladora no ha vuelto a funcionar, y el problema detectado ahora es bastante más grave, ya que se trata de las cuchillas de excavación. El problema, según diversas fuentes consultadas, es que el suelo es más duro de lo previsto. Está compuesto por "gravas muy duras con incrustaciones terrosas", según uno de los técnicos que trabajan en la zona. El resultado ha sido el desgaste de las cuchillas y la necesidad de cambiarlas.
No es una operación fácil. Se hace con buzos en una zona de alta compresión, pero el terreno se muestra muy rebelde y los buzos están teniendo más problemas de lo previsto porque se produce "un efecto reloj de arena", es decir, entra arenilla en la máquina y se rompe la compresión.
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