El nuevo tramo de la Línea 3 de Metro entre Canyelles y Trinitat Nova entrará en servicio en octubre, con la inclusión de dos nuevas estaciones, Roquetes y Trinitat Nova, y un gran intercambiador que unirá las líneas 3, 4 y 11 en la estación de Trinitat Nova, que será la última estación de las tres líneas.
El recorrido, de 1.800 metros --1.600 de línea y 200 de cola de maniobra-- y un coste de casi 143 millones de euros, fue presentado hoy por el jefe de Geología y Obras Subterráneas de la Conselleria de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat (DPTOP), Jordi Jobany, junto al director general del Metro de Barcelona, Sebastián Buenestado.
Jobany detalló que la inauguración del tramo se producirá con un retraso de "casi un año" respecto al plazo inicial, porque el hundimiento del túnel de ampliación de la L5 en el Carmel en 2005 obligó a revisar el proyecto.
Sin embargo, cuando se licitó la obra del tramo Canyelles-Trinitat Nova, en mayo de 2003, el plazo de ejecución fijado era de 37 meses a partir de octubre de 2003, cuando se iniciaron las obras, por lo que debía estar listo en noviembre de 2006, hace casi dos años.
Pese a no encontrarse problemas similares a los del incidente del Carmel, la Generalitat prefirió "reestudiar" el proyecto, debido a que el sistema de excavación en mina era el mismo. Por eso aumentó los sistemas de seguridad y reforzó el túnel, lo que obligó a paralizar la obra algunos meses.
El responsable de geología de la Conselleria subrayó las características "especiales" de la estación de Roquetes, que será "una de las más profundas de Barcelona", con 60 metros, ya que el tramo debe pasar bajo el túnel de la L4. Esta profundidad es similar a la de la estación de Meridiana de L11 --más de 50 metros--, y sólo inferior a las estaciones de Taxonera de L5 --80 metros-- y algunas de L9, situadas entre los 70 y 80 metros.
Para la obra de Roquetes se realizaron "más de 1.000 voladuras", debido a la dureza de un terreno formado por granito, en el que se excavó una mina bajo las viviendas de la zona. El acceso a la estación se realizará a través de dos pozos; uno, de 18 metros de diámetro en el que además se situarán tres ascensores, y otro de 24 metros de diámetro con capacidad también para cuatro elevadores, un sistema ya utilizado en la futura L9.
El intercambiador de Trinitat Nova se excavó "a cielo abierto", aprovechando un desnivel del terreno. Sobre la estación, que permitirá que la luz solar llegue al andén a 30 metros de profundidad, se situará una zona ajardinada, pactada con el Ayuntamiento y los vecinos de la zona. "Será unas de las estaciones más emblemáticas del metro", destacó Jobany.
CUATRO MILLONES DE USUARIOS AL AÑO
El director general del Metro de Barcelona, Sebastián Buenestado, cifró en cuatro millones los usuarios que utilizarán anualmente el nuevo tramo de la L3 --14.000 viajeros diarios--, y destacó era la primera inauguración de un tramo desde diciembre de 2003, cuando se puso en marcha la L11.
Reconoció que pese al comportamiento "ligeramente al alza" del número de usuarios totales del metro respecto al año pasado --un 7% acumulado--, en las últimas semanas se produjo "un pequeño descenso", que atribuyó a la crisis y al descenso del número de turistas.
Buenestado añadió que el día 15 de septiembre, una vez finalicen las pruebas de integración de sistemas, empezará la "marcha en blanco", que consiste en que los trenes realizarán su viaje habitual con pasajeros hasta la estación de Canyelles, y una vez allí, el tren seguirá circulando sin pasajeros hasta las dos estaciones de Roquetes y Trinitat Nova, retomando el servicio en dirección contraria una vez llegue al final de la línea.
EUROPA PRESS
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