viernes, 30 de septiembre de 2011

Viajar al pasado por vía estrecha




La restaurada locomotora VA8, ayer, en El Berrón
La restaurada locomotora VA8, ayer, en El Berrón franco torre
El Berrón (Siero), F. TORRE

El Berrón recuperó por un día el viejo encanto de las antiguas estaciones de ferrocarril, sumidas en la neblina vaporosa que emanaba de las viejas locomotoras. Feve presentó ayer en sus talleres de la localidad sierense la rehabilitada locomotora VA8, una poderosa máquina construida en Vizcaya, por Babcock & Wilcox, en 1958, y recuperada tras una restauración que ha durado dos años para ser utilizada como tren turístico.

La historia de la locomotora es ciertamente significativa. La máquina fue construida para el Ferrocarril Vasco Asturiano, que se integró en Feve en 1972. A principios de la década de 1980, la locomotora pasó a manos de Hunosa, que la destinó a una línea entre Figaredo y Turón. Tras nueve años de servicio en esta línea, la máquina fue retirada, y en 1990 pasó a hangares, para después ser integrada en el Museo del Ferrocarril. En el año 2007, merced a un acuerdo con Hunosa, Feve adquirió la locomotora, con el objetivo de restaurarla.

La compañía férrea ha tardado dos años en completar la restauración, acometida completamente en Asturias, y con la colaboración de dos empresas de la región: Talleres Alegría, especialista en elementos de vía y fabricación ferroviaria, y Olmar, empresa encargada de la puesta en servicio de la caldera de vapor. Precisamente, este elemento fue el más complejo de rehabilitar, toda vez que la pieza original, que seguía el diseño que la casa alemana Krauss había desarrollado en 1929, funcionaba con carbón.

En esencia, lo que se ha hecho en esta intervención ha sido realizar una copia veraz de la maquinaria, pero que funcione con gasoil en vez de carbón. No obstante, la locomotora, de 45 toneladas, mantiene su excelsa potencia, que le permite alcanzar velocidades cercanas a los 45 kilómetros por hora. Asimismo, la locomotora tiene dos depósitos de 3.500 litros de agua, más un sistema de descalcificación, que le proporcionan una autonomía de alrededor de 50 kilómetros. Para incrementar esa autonomía, el antiguo depósito de carbón se ha reconvertido en un depósito de agua adicional, con capacidad para 15.000 litros, que incrementa su autonomía hasta cerca de 200 kilómetros.

En total, la rehabilitación de la máquina ha costado cerca de 800.000 euros, una cantidad que supone la inversión más importante de la compañía ferroviaria en recuperación patrimonial, como puso de manifiesto el director general y de infraestructuras de Feve, Juan Díez, en la presentación de la locomotora.

En los meses siguientes, la VA8 pasará por un período de prueba, antes de su reentrada en servicio, prevista para el año que viene. Según reveló Díez, el destino de la máquina será impulsar trenes turísticos, así como algunos servicios especiales.

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