A un Metro de ser taquillera
A Rosa Gómez Pineda la echaron para atrás dos veces en un proceso de selección de personal para optar a una plaza de taquillera del Metro de Madrid porque había padecido un cáncer de mama.«Usted presenta antecedentes recientes de proceso neoplástico mamario que resultan incompatibles en la actualidad con los requerimientos psicofísicos para el desempeño del puesto de trabajo de Agente de Taquilla», le escribieron desde la Unidad de Prevención y Salud Laboral de la citada empresa. Rosa se vino abajo. No se esperaba un argumento tan peregrino como ése, tan fuera de lugar y hora; tan retrógrado y desfasado. Luego se enfadó. «Trabajo lo mismo con un solo pecho», gritaba a voces. Y denunció su caso.
La respuesta ha sido inmediata. El consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid, Manuel Lamela, dio ayer órdenes a Metro para que le enviaran el expediente de Rosa, sus datos personales y su teléfono para pedirle disculpas en su nombre y en el del Gobierno autónomo madrileño.
Además, y esto es lo importante, Lamela quiere que «de manera inmediata» se revisen todos los perfiles y restricciones de acceso a puestos de trabajo para eliminarlos «a la mayor brevedad posible».
Ayer también, Rosa daba saltos de alegría. Estaba a un paso, a un «Metro», de subsanar una tremenda barbaridad. «Me siento muy satisfecha. Volveré a presentarme a las pruebas. Seré taquillera de Metro. Ya me queda menos. Lo que se había hecho conmigo es una injusticia porque por una enfermedad como la mía no se puede discriminar para un puesto de trabajo para el que creo estar físicamente capacitada», nos decía.
La fuerza que transmite Rosa contagia. «En febrero paso la revisión de mi enfermedad. Es la de los tres años, pero estoy tranquila. Creo que todo va a seguir yendo bien, como hasta ahora», explicaba esta mujer casada y madre de una hija de 17 años que ya está deseando que, dentro de un par de meses, vuelvan a convocarse las plazas para taquillera del Metro.
«Me alegro de esta reacción no sólo por mí, sino por todas aquellas personas que se sientan o hayan sentido discriminadas por padecer un cáncer, superarlo y hacer una vida normal», añadió. Rosa ha acogido de muy buen grado que el Ejecutivo autónomo madrileño «ni respalde ni comparta» ese tipo de discriminaciones para acceder a un puesto en la compañía del suburbano.
Además de pedirle disculpas «por la lamentable situación que le hemos hecho pasar», a Rosa ya le han ofrecido continuar con su proceso de acceso a la empresa. Ganas y empuje no le faltan.
POR MARÍA ISABEL SERRANO
FOTO FRANCISCO SECOO
Rosa Gómez Pineda delante de una taquilla del Metro de Madrid
ABC
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