Gijón celebra la entrada en servicio de la nueva estación de Feve. El primer tren entró Sanz Crespo, en medio de una gran expectación, a las 12.24 horas del pasado domingo. Una flamante unidad de la serie 2700, con motor diésel de última generación, conducida por Manuel Barrio, uno de los maquinistas más veteranos de la compañía, entraba ante la mirada de cientos de ojos en la terminal de la operavora de vía estrecha. El tren procedía de Oviedo-Trubia y llevaba cuatro pasajeros.
La 2709 fue la primera unidad en aparecer por la nueva playa de vías. Con algún retraso sobre la hora prevista (el primer tren estaba se esperaba para las 6.22 horas). Fue necesaria toda la noche y buena parte de la mañana para que el personal contratado por Gijón al Norte pudiera conectar los raíles de las diferentes líneas que parten de la ciudad con la nueva estación, para dejar así expeditas las vías que continúan hacia El Humedal e iniciar su desmontaje.
Operarios de Feve se afanaron durante la noche en la instalación de los tornos de acceso a los andenes, las máquinas autoventa de billetes y las oficinas. De todas formas, aún habrá que esperar hasta marzo para que se produzca el traslado de Renfe, así como de los comercios que se instalen en las distintas dependencias habilitadas en el nuevo edificio. Eso no fue óbice para que muchos curiosos -muchos de ellos jubilados de la empresa- se acercaran en la mañana del domingo para conocer las nuevas instalaciones. También se pudo observar a un buen número de gijoneses contemplando las evoluciones de los convoyes desde el paso peatonal que une la avenida de Portugal con el parque de Moreda.
La estación provisional fue construida en once meses y medio y ha costado un total de 11,4 millones de euros, incluido el IVA, 1,3 millones menos del presupuesto base de licitación. La obra fue adjudicada por Gijón al Norte a la unión temporal de empresas (UTE) formada por Vías y Construcciones, S. A., y Ceyd, S. A., que ganó un concurso al que concurrieron 36 empresas.
La nueva terminal cuenta con una plataforma para seis vías, (tres de ancho métrico para Feve y otras tres de ancho ibérico para Renfe). El edificio tiene dos plantas y una superficie construida de 2.248 metros cuadrados para viajeros e instalaciones técnicas. Una de las peculiaridades de esta estación provisional es que será reutilizable, es decir, una vez que cumpla su función tras la construcción de la futura estación intermodal -dentro de unos cinco años-, podrá ser desmontada y trasladados sus elementos a otra ciudad en la que sea necesario.
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