Ingredientes: 1 medallón de mousse de pato de los que vienen envasados
al vacío (no “foie gras” del bueno que se nos volatiliza el efecto ahorro.
En muchos supermercados envasan el paté ellos mismos y sale muy
bien de precio), 1 bote pequeño de salsa de arándanos (hay varias marcas),
1 copa de vino de Pedro Ximénez, y cebollino.
Preparación: No puede ser más sencilla. Cogemos el medallón de
mousse (si vemos que es muy grueso lo cortamos horizontalmente en
dos mitades y así parece más, que se note que somos impostores)
y con unas gotas de aceite lo hacemos un poco en la sartén,
dejando que se caliente y que coja tostadillo. Lo reservamos en un
plato y en la misma sartén (con los restos incluidos) echamos otras
dos gotas de aceite y una cucharada de salsa de arándanos.
Removemos y cuando esté bien caliente, le atizamos un lingotazo del
Pedro Ximénez. Removemos con una cuchara de madera y observaremos
que, por una sorprendente alquimia, el alcohol se va evaporando y
aquello se convierte en una especie de apetitosa salsa. Pronto tendrá
un aspecto lujurioso, así que antes de pasarnos y que parezca alquitrán,
retiramos la sartén del fuego y echamos el líquido sobre el paté.
Adornamos con un par de cebollinos y a triunfar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario