Lo confirmó ayer el ministro de Fomento, José Blanco, durante su visita a Cuenca para presentar la nueva estación del AVE
Día 24/11/2010
El ministro de Fomento, José Blanco, aprovechó ayer su visita a la capital conquense para presentar la nueva estación del AVE, para asegurar que la línea de ferrocarril convencional Madrid-Cuenca-Valencia seguirá en funcionamiento aunque entre en servicio el tren de alta velocidad el próximo 19 de diciembre. También adelantó que su departamento ultima con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y con el Ayuntamiento de Cuenca un protocolo para desarrollar «una solución de variante» de la línea convencional que elimine las vías del tren del centro de la ciudad y trasladarlas a la finca «La Estrella», a unos cuatro kilómetros del centro y próxima a la N-320, donde se ubica la nueva estación del AVE, que se llama «Fernando Zóbel» en honor al pintor. En este sentido, confió en que pueda estar listo «cuanto antes». Se da la circunstancia que hace unos días unas 2.500 personas se manifestaron en la capital para reclamar su mantenimiento.
Blanco estuvo acompañado ayer por el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, el presidente de Adif, Antonio González y el alcalde de Cuenca, Francisco Pulido, además de otros representantes políticos y agentes sociales de la provincia de Cuenca. Todos conocieron de cerca la nueva estación, de 3.625 metros cuadrados. Tiene dos espacios que forman un prisma de piedra para el servicio ferroviario y otro de cristal de 19.000 metros cúbicos para acceder al vestíbulo y los andenes. Lo envuelven láminas metálicas que protegen del sol y sirven además como elemento decorativo. La nueva estación cumple criterios de sostenibilidad, eficiencia energética y medioambiental, por lo que dispone de sistemas de ahorro de agua caliente consistentes en aprovechar el agua subterránea que circula a mayor temperatura que la utilizada en la superficie con el consiguiente ahorro de gas para calentarla.
20 millones para la estación
La estación se abastece también de energía geotérmica y ha sido construida con materiales no contaminantes. Tiene además paradas para los taxis, el autobús urbano, un total de 250 plazas de aparcamiento, además de unas vistas «espectaculares» de la ciudad de Cuenca, según destacó el jefe del ejecutivo regional, José María Barreda, quien agradeció la inversión que el Gobierno central está destinando a Castilla-La Mancha. En concreto, el Ministerio de Fomento ha destinado 19.5 millones de euros en la construcción de esta estación. Esto permitirá que cuando acabe este año 2010, el 90% de los ciudadanos de Castilla-La Mancha viva a menos de media hora de una estación AVE y a menos de media hora de alguna autovía o autopista, dijo el presidente de la comunidad autónoma.
Por su parte, el alcalde de Cuenca, Francisco Pulido, pidió durante su intervención en el acto público una mayor oferta comercial que tenga trenes «más madrugadores» para poder llegar a primera hora a la capital de España. Además, demandó al Gobierno central y la Junta la posibilidad de habilitar subvenciones para que los precios de los billetes sean más asequibles para los ciudadanos así como trenes lanzadera como tienen otras ciudades españolas.
Cuenca tendrá una nueva conexión ferroviaria con Albacete; estará por primera vez conectada con Toledo gracias a la puesta en marcha de un nuevo servicio ferroviario: Toledo-Madrid-Cuenca-Albacete; además la ciudad hasta ahora sólo tenía comunicación con Madrid y Valencia, y aumenta su comunicación con Toledo, Albacete, Alicante y Castellón.
La ciudad Patrimonio de la Humanidad tendrá: 11 trenes diarios a Madrid (por sentido); 3 trenes diarios a Toledo; 5 trenes diarios a Valencia; 3 trenes diarios a Alicante y uno diario a a Castellón.
Los descuentos en los precios de los billetes llegarán hasta el 60% si se compran en la web de Renfe con una antelación de 15 días. Renfe estima que en 2011 la conexión Cuenca-Albacete será utilizada por un total de 81.258 viajeros, lo que supondrá una media de 222 viajeros en día laborable.
Por primera vez, una línea de AVE no tiene como origen y destino la estación de Atocha, sino Toledo y Albacete, rompiendo el modelo radial de ferrocarril y permitiendo no sólo una comunicación externa, sino una conexión interna.
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