Al vicepresidente de Radio Taxi le extraña que su compañero desaparecido no apretara la alarma ni pidiera ayuda por la radio
Una semana después de la desaparición de Claudio Fernández Martínez, el taxista que abandonó su coche en El Alisal, las teorías sobre lo que ocurrió aquella madrugada se han multiplicado. Sobre todo después de que un paseante encontrara pertenencias suyas en San Román, a pocos metros del mar.
El vicepresidente de Radio Taxi, Manu Andoni Ruiz, sospecha que la desaparición de su compañero, de 39 años, no es voluntaria. El coche fue encontrado por un vecino a las seis y media de la mañana en la rotonda de El Alisal, junto al McDonalds. Las llaves estaban en el asiento trasero y el dinero en la caja. Pero lo que más llama la atención a Ruiz son los golpes en el exterior del vehículo: un espejo retrovisor roto, una rueda dañada y arañazos en la chapa. «Sospechamos que otro coche lo sacó de la carretera a la fuerza, lo que nos extraña es que no apretase el botón de alarma -conectado con la centralita y la Policía- ni pidiese ayuda por la radio», señaló a este periódico.
Esta teoría se sostiene con los datos extraídos del GPS del taxi de Claudio, que marcan «itinerarios muy raros» justo antes de perderse su pista. Entre las 6.07 y las 6.10 horas, pasó por las rotondas del Barrio La Sierra (encima de la S-20), Decathlon, Tanatorio del Alisal, Vicente Trueba, Pabellón del Teka y, finalmente, la del McDonalds.
Ninguna pista
Esto ocurrió el pasado martes. Y el viernes, su chaqueta, su cartera y su teléfono móvil aparecieron en San Román, a pocos metros de una casa abandonada utilizada como cuadra y también del mar. Ni en el coche ni en estos objetos los investigadores de la Policía Nacional encontraron signos de violencia.
Durante toda esa tarde y la mañana del sábado, compañeros y amigos ayudaron en el rastreo que llevaron a cabo el helicóptero del 112, patrulleras y agentes por tierra. Pero no encontraron a Claudio ni otra pista sobre lo sucedido.
Una pregunta sigue rondando por la cabeza de todos sus allegados y de la propia Policía. ¿Cómo llegaron las pertenencias del taxista desde El Alisal hasta San Román? Ruiz cree que Claudio «no fue hasta allí voluntariamente».
Las últimas personas que vieron a este taxista aquel martes fueron el propietario y los clientes de un bar, situado en Marqués de la Hermida, que suele frecuentar. «Estaba normal, como cualquier otro día. Cuando se marchó, sobre las cinco de la madrugada, le dije 'hasta mañana' y él, con total naturalidad, me respondió que 'mañana no, que libro'», explicó a este periódico una de las personas que conversó con él antes de su desaparición.
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