miércoles, 31 de marzo de 2010

Un lustro para implantar una central de taxi

Un lustro para implantar una central de taxi
ABC Una turista mientras espera un taxi en el aeropuerto de Lanzarote
 SAÚL GARCÍA CRESPO
ARRECIFE. En julio de 2005 se dio el primer paso para implantar una central única de gestión del taxi en Lanzarote. Casi cinco años después, aún no está claro que esta central vaya a ponerse en marcha, cuándo y con quién.
Fueron los taxistas los primeros en mostrar interés. Las cinco asociaciones del sector reclamaron el sistema Auriga que se había instalado por entonces ya en Zaragoza, Bilbao o León y que en estos cinco años se ha extendido prácticamente por toda España.
El sistema permite a la central saber dónde está cada vehículo y a estos dónde hay servicios libres y dónde no los hay. Los servicios se asignan por cercanía, de forma automática y permitiría, al menos en teoría, acabar con uno de los problemas más graves del taxi en la isla en beneficio del turista y del ciudadano: la falta de vehículos en lugares y momentos puntuales, como los jueves en el aeropuerto o el mercadillo de Teguise.
Viajeros en los aeropuertos
Ahora sólo pueden recoger viajeros en el aeropuerto los taxistas de San Bartolomé y con este sistema, si todos los taxis de ese municipio estuvieran ocupados, podría recoger viajeros un taxi de otro municipio. Algunas asociaciones de taxistas interpretan esto como una insularización del servicio, algo que no quieren unos municipios y sí quieren otros.
La mejora del servicio del taxi era una petición de las patronales turísticas, de la Cámara de Comercio, de los touroperadores y de las agencias de viajes. También hay, o había, unanimidad política.
Después de múltiples reuniones y un desembolso por parte del Cabido de 240.000 euros para el sistema, en enero de 2008 el pleno del Cabildo aprueba una propuesta de modificación para las ordenanzas municipales del taxi, que se van aprobando una por una. En septiembre de ese año, el Cabildo acuerda iniciar el procedimiento para poner en marcha la central y en agosto de 2009 se adjudica a la empresa Lanzacados.
Durante todo este proceso ya se empezaron a ver las quejas de los taxistas. Habían asumido el compromiso de asociarse para que gestionar la central ellos mismos pero no lo lograron.
Oferta más barata
Se asociaron en dos empresas distintas y el concurso público se lo llevó la tercera oferta, la más barata, que no estaba formada por taxistas. Así que ahora los profesionales del sector consideran que les va controlar una empresa ajena al sector y que el Cabildo no puede obligarles a usar una u otra central. Ahora bien, según las ordenanzas sólo podrían recoger viajeros en la calle y no mediante llamadas.
La rebelión finalmente toma forma y se hace patente en el Ayuntamiento de Tías, donde gobierna el PSOE con el apoyo de la edil de CC, desautorizada por la dirección insular, que ya ha manifestado que está a favor del sistema Auriga. La presión de los taxistas parece haber hecho efecto y el PP, en la oposición, también se suma a la propuesta del grupo de gobierno para desvincularse del sistema es.
Los ayuntamientos de San Bartolomé, también del PSOE, y de Yaiza, de CC y PNL (que gobiernan en el Cabildo), también amagan con desvincularse y de momento han pedido un informe jurídico que les diga qué posibilidades o qué consecuencias tendría desvincularse del Auriga.
El Cabildo, por su parte, advierte al Ayuntamiento de Tías con llevarle a los tribunales y le recuerda que ya se han generado derechos a terceros (los de los adjudicatarios de la central) y que el consistorio podría tener que asumir una posible indemnización. El consejero de Transportes Ramón Bermúdez asegura que el sistema se va a acabar implantando pero aún no ha concretado cuándo se hará y si se incorporarán todos los municipios.

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