sábado, 23 de enero de 2010

VALENCIA. La pandilla que mató al joven ecuatoriano acababa de apuñalar a otro chico


La otra víctima permanece grave en un hospital de Valencia - Los amigos de Fernando denuncian que los agresores son de la banda Royal Family


El padre de Fernando sujeta a la madre, rota por el dolor.
El padre de Fernando sujeta a la madre, rota por el dolor.  manuel molines
 
T. DOMÍNGUEZ/R. LAGUNA VALENCIA
La pandilla que el jueves por la noche mató en Valencia de una puñalada al joven ecuatoriano Cristian Fernando Huanca, de 24 años, acababa presuntamente de acuchillar a otro joven minutos antes en el vagón del tranvía de la línea 4 en el que viajaban la víctima y sus verdugos. Según ha podido saber Levante-EMV de fuentes de toda solvencia, el apuñalamiento del otro joven, de nombre Andrés, se produjo cuando el convoy circulaba a la altura de la estación de Reus, dos paradas antes de la de Pont de Fusta, junto a la cual se produjo el asesinado de Fernando Huanca, cuando trataba de huir de sus supuestos agresores.
El herido, que al parecer es de nacionalidad colombiana, como los detenidos, permanece ingresado en un hospital de Valencia en estado grave, aunque no se teme por su vida.
Su testimonio y el de las dos jóvenes que acompañaban a Fernando Huanca en el tranvía cuando los ahora detenidos comenzaron a increparle y a meterse con él son neurálgicos para determinar el grado de participación de cada uno de los sospechosos en la secuencia que terminó en la muerte del chico ecuatoriano.
Agentes del grupo de Homicidios continuaban ayer tomando declaración a todos los testigos directos e indirectos, así como a familiares y a los presuntos implicados.
Los cinco detenidos a quienes se considera directamente relacionados con ambos apuñalamientos son dos mayores de edad -uno de ellos, el presunto autor material del crimen- y tres menores que fueron puestos a disposición de la Fiscalía de Menores antes de las ocho de la tarde de ayer, ya que la Ley del Menor únicamente concede 24 horas a la policía para concluir el atestado.
Anoche, estaba previsto someter a los tres menores detenidos a una Rueda de reconocimiento con los testigos de la agresión, con el fin de determinar en qué medida se halla implicado cada uno de ellos.
El caso se encuentra desde ayer bajo secreto de sumario, dictado por el juez de Instrucción número 16 de Valencia, que asumió la investigación en su turno de guardia.

Los "Royal Family" de Valencia
Además, la policía está tratando de aclarar si los detenidos pertenecen o no, tal como afirmaban los arrestados antes del homicidio a sus allegados y como denuncian los amigos de Fernando, a una banda latina que se hace llamar Royal Family. Se trata de una versión local de los Latin King o los Ñeta que sólo existe en la Comunitat Valenciana.
En ese contexto, la policía intenta dirimir si esa supuesta pertenencia a un grupo de este tipo, que habitualmente se dedican a cometer robos, coacciones y agresiones, ha influido en la comisión de ambos apuñalamientos o si habría sido meramente circunstancial.

Una casualidad fatal
Ni siquiera el móvil parece claro, salvo que debió tratarse de un hecho intrascendente; una banalidad. Algunos amigos hablan de un encontronazo anterior -ajeno por completo al fútbol- con alguno de los ahora detenidos por un incidente de escasa importancia en un local de ocio. Y todo apunta a que el encuentro en el tranvía fue casual.
Según los testimonios recogidos por este diario, Fernando -"Splinter" para sus amigos- trató de huir de la pandilla que le estaba increpando en el tranvía "porque eran muchos más que él". Al bajarse en Pont de Fusta, "salió corriendo y llegó a sacarles ventaja, pero tuvo la mala fortuna de tropezar y caer al suelo", explica su padre.
El hombre agrega que "una de las chicas que iba con él intentó frenar a los otros y se puso enmedio, pero no le hicieron caso". Al parecer, tres de ellos se abalanzaron sobre Fernando y en ese momento, uno lo acuchilló. La víctima se incorporó, pero la herida era mortal de necesidad. "Dio dos pasos y cayó al suelo otra vez. Ya no se movió", cuenta su hermano mayor, Diego.
El cuerpo permanece en una cámara frigorífica del Instituto de Medicina Legal de Valencia, a la espera de que hoy se le practique la autopsia. Mientras, la familia ya ha iniciado los primeros pasos para darle sepultura.

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