CARLOS MÁRQUEZ DANIEL
BARCELONA
mientras en el ayuntamiento se debate qué papel debe jugar el tranvía en la futura Diagonal y en el pleno municipal se aprueba la red ortogonal de autobuses, la crisis y los barceloneses dan un toque de atención al transporte público de la ciudad. Según cifras de la Autoritat del Transport Metropolità (ATM), el 2009 se cerró con un bajón global del 2,2% en el uso del bus, el metro, el tranvía y demás medios de locomoción colectivos. Resulta especialmente llamativa la cifra registrada por el suburbano, que pierde 14,8 millones de viajes, una caída del 3,9% respecto al año anterior. BARCELONA
La ATM justifica la caída del metro por las «obras de mejora en la L-5 y la L-2» pero nada dice sobre la subida del bus (un 0,6%), imputable con toda seguridad a las jornadas de huelga que dejaron la ciudad sin servicio durante varios días del 2008. El tranvía, por su parte, mantuvo el ascenso moderado de cada año y logró 23,9 millones de viajes, 700.000 más, lo que supone un crecimiento cercano al 4%. En total, la ciudad realizó 914 millones de trayectos por 934,4 del ejercicio anterior.
También perdió demanda el servicio de Cercanías de Renfe, con un déficit de 4,3 millones de desplazamientos, algo que la Generalitat, que gestiona la red desde el 1 de enero, deberá anotar entre sus tareas pendientes. La ATM compara estas cifras con otros registros de movilidad de la ciudad para tratar de restar dramatismo a la situación. Así, la nota recuerda que el aeropuerto cayó un 9,8% y el puerto trasladó un 19% menos de mercancías.
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