CUALQUIER parecido con nuestra realidad es pura coincidencia, el tamaño es diez veces mayor, pero las islas, en sus concentraciones vecinales más importantes, tienen una densidad de población elevada y una tasa de utilización del coche privado totalmente descabellada. Imposible de mantener. La alternativa única es el transporte público, que en su dimensión apropiada, con las comodidades que aporta, se retroalimenta a sí mismo en todas sus formas y maneras.
En Hong Kong, pequeña y superpoblada, tan sólo existe una forma práctica de desplazarse: en transporte público, barato, rápido, eficiente y muy frecuentado. El servicio de guaguas es amplio y desconcertante, pero imprescindible para conocer o desplazarse al sur de la isla de Hong Kong y los Nuevos Territorios. Está bastante desarrollado en tela de araña y no es nada caro. Existen varios operadores que ofrecen rutas locales, al aeropuerto o que comunican las diferentes zonas.
El tranvía es el medio de transporte tradicional con seis rutas diferentes. Recorren toda la ciudad y los turistas pueden probar modelos específicos con techos abiertos para disfrutar de las vistas. Si queremos subir a The Peak, que es como Los Campitos, también podremos usar tranvía, ya que existe una ruta específica que comunica la colina con el centro de la ciudad, aunque en este caso se trata de un servicio bastante más caro que un viaje en alguna de las rutas tradicionales.
El MTR (siglas que corresponden a Mass Transit Railway, que traducido quiere decir algo así como ferrocarril de transporte de masas) es el equivalente al metro, y tiene 53 estaciones repartidas por los 91 kilómetros por los que circula. Son siete líneas, aunque dos de ellas (Airport Express, la línea rápida al aeropuerto, y Disneyland Resort Line) no son de uso cotidiano. Es rápido, limpio, fresquito y está siempre lleno de gente.
El KCR (siglas que corresponden a Kowloon Canton Railway, que traducido es algo así como ferrocarril de Cantón a Kowloon), que es el equivalente al tren de cercanías, que como su nombre indica finaliza en la península de Kowloon (es decir, que no entra en Hong Kong Island), está dividido en dos ramas (KCR East y KCR West) más un tren ligero que funciona por la zona noroeste y un ramal entre Sha Tin y Ma On Shan. Es el medio de transporte más rápido para llegar al centro desde los Nuevos Territorios. Al igual que el MTR, es rápido, eficaz, limpio, fresquito y está siempre lleno de gente. Tanto unos como otros tienen los anuncios y carteles en los tres idiomas oficiales (mandarín, cantonés e inglés).
Los taxis que disponen de taxímetro se distinguen por su color rojo y su techo plateado (y verdes con el techo blanco en los Nuevos Territorios). No pueden subir ni bajar pasajeros en las paradas de guaguas. Son muy demandados.
Hay además unos ferris de transporte masivo que conectan estaciones metropolitanas. Resultan más rápidos y económicos que el autobús, el tranvía o el metro. Además, ofrecen unas vistas del puerto asombrosas. Los hidrodeslizadores alcanzan casi el doble de velocidad que las embarcaciones convencionales.
Conducir bicicleta por Kowloon o Central puede convertirse en un peligro, pero en las zonas más tranquilas de las islas o de los Nuevos Territorios una bicicleta es un medio de transporte muy popular.
Llegar, con el coche propio o alquilado, requiere conocer las encrucijadas y armarse de valor. Para las Islas, me caben unas cuantas reflexiones: 1.- el tranvía es una apuesta estratégica, viable para salvar las pendientes y tiene que extenderse en redes a veces soterradas, imparables e integrales de modernidad para los ciudadanos; 2.- poco a poco, habrá siempre que tener en cuenta carriles para guaguas y taxis, aunque tampoco es viable colapsar las calles de acotaciones; el sector del taxi necesita apoyo regulado en tarifas y costos, la crisis es general como la desaceleración acelerada, pregunten en Sevilla o en Valencia, por ejemplo; quizás hay demasiadas licencias; 3.- Titsa y otros operadores tienen que adaptarse porque su mercado siempre estará presente; 4.- el objetivo es que la gente, sin que se la persiga por ello, en cada vez mayores porcentajes, no quiera hacer sus desplazamientos con vehículo privado. Para eso hay que ofrecer rapidez y enganches múltiples a un servicio público de transporte eficaz, puntual, barato? que ofrezca, en las elecciones que realiza cada día cada persona, una alternativa mejor.
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