miércoles, 2 de diciembre de 2009

CINE. El último aullido del licántropo


El actor, de 75 años, forjó su fama con sus interpretaciones del hombre lobo


Paul Naschy. Foto: EFE
Paul Naschy. Foto: EFE

Naschy, caracterizado de Conde Drácula, en una imagen de 1971.  Foto: EFE
Naschy, caracterizado de Conde Drácula, en una imagen de 1971. Foto: EFE
QUIM CASAS
BARCELONA

Paul Naschy, el gran icono del cine de terror español, ha fallecido al pie del cañón. La recientísima La herencia Valdemar, una película sobre casas misteriosas realizada por José Luis Alemán, que se estrenará el próximo mes de enero, cuenta con su participación especial. Naschy, de 75 años de edad, no había desaprovechado en los últimos tiempos la posibilidad de trabajar a las órdenes de los nuevos practicantes del cine de terror hispano.
Venerado y respetado por los seguidores del género, Naschy había logrado reinventarse a sí mismo. Las balas de plata con que le acribillaban en sus películas como hombre lobo no consiguieron desbancarlo del imaginario colectivo del terror español de serie B, pero no pudo superar su lucha contra el cáncer y falleció ayer en Madrid.
¿Qué sería del cine de licántropos mesetario sin Naschy? El actor de origen vasco, nacido en Madrid el 6 de septiembre de 1934 con el nombre de Jacinto Molina Álvarez, forjó primero su cuerpo con la práctica de la halterofilia y, durante los años 60, empezó a intimar con el medio cinematográfico en calidad de figurante y auxiliar de dirección.
En 1968 interpretó por vez primera al licántropo Waldemar Daninsky en La marca del hombre lobo. El éxito de esta cinta le llevó a repetir una y otra vez su encarnación, tan genuina como afectada, del personaje mitad hombre mitad lobo que aúlla a la luz de la luna: La furia del hombre lobo, La noche de Walpurgis, Doctor Jekyll y el hombre lobo y La maldición de la bestia –en la que el licántropo se enfrentó con el abominable hombre de las nieves– son algunos títulos.

RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL / No cejó en el empeño de ser el único hombre lobo hispano, y en 1996 volvió a ser Waldemar Daninsky en Licántropo, el asesino de la luna llena, un filme absolutamente fuera de onda. Los tiempos para él y para otros practicantes del género, como Jesús Franco, habían cambiado.
Aunque forjó su fama, tan reivindicada por el freakismo, con el hombre lobo, ningún personaje de la tipología clásica del género escapó a sus garras, interviniendo en títulos como Jack el Destripador de Londres, El gran amor del conde Drácula, El jorobado de la morgue y La venganza de la momia. A partir de 1976 comenzó a dirigir sus propias películas, firmándolas con su verdadero nombre, y a trabajar en productos de otros géneros. Hasta supo reírse de sí mismo interviniendo en Buenas noches, señor monstruo, un filme de 1982 para lucimiento del grupo infantil Regaliz.
Más reconocido en otros países europeos que en España, acabó recibiendo en el 2001 la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes: una condecoración de altura para el licántropo más trash de la historia del cine.

ANTONIO JOSÉ Navarro
Paul Naschy llegó a Sitges-2009 en silla de ruedas, con la mirada triste y apagada. Su combate contra el cáncer había minado sus fuerzas y, como me comentó, lejos de oídos indiscretos, también su esperanza. «Solo necesito más tiempo para estar aquí de nuevo, con mi gente…», concluyó. Y su mirada volvía a centellear cuando los fans se le acercaban para que firmara carátulas de DVD, libros, fotos o cualquier memorabilia bendecida con la imagen de Waldemar Daninsky, su personaje más característico y querido.  En Sitges, Naschy presentó su última (y definitiva) biografía, escrita por Ángel Agudo, nos sorprendió con Alaric de Marnac, su primera novela fantástica, ilustrada por Javier Trujillo, y además, habló de la nueva colección de DVD con algunas de sus películas más emblemáticas —El caminante, Inquisición, El retorno de Walpurgis...—, aderezando la charla con anécdotas sobre sus rodajes. Pero, sobre todo, se despidió de todos nosotros, de su gente, con emoción, con orgullo, con íntima complicidad. Fue el último aullido del licántropo.
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NOTA DE LA REDACCION: Nuestro habitual comentarista de cine Sergei H.G.Wells, se encuentra tan compungido y desolado por el óbito que le es imposible escribir unas líneas sobre la obra de este creador.
Paul Naschy, actor, director y guionista, único en su género, Señor Valdemar por excelencia, desde esta redacción no te olvidaremos.
Juanmi

2 comentarios:

Stultifer dijo...

Vinimos dando una vuelta y encontramos tu blog. Decidimos otorgarte, tras un minucioso estudio, el prestigioso galardón al MEJOR BLOG DEL DÍA correspondiente al jueves 3 de diciembre de 2009 en No sin mi cámara por los contenidos y matices. Visitanos y comenta con nosotros. Saludos cordiales.
Vamos, que nos ha gustado mucho y hemos querido acercarnos a ti.
Puedes colgar el Premio voluntariamente en tu blog.
Ya formas parte de la Orden del Stultifer de Oro.
Y si tienes una escalera, o fotografías una, mándanosla a edusiete@gmail.com y la publicamos inventándonos una historia.

Unknown dijo...

Quisiera agradecer a la Academia, a Edu, a mi esposa y mis hijos, atodo el equipo que colabora en la redaccion de este blog (o sea YO) y a todos los colaboradores externos como Sergei H.G.Wells, Dani de Madrid, Joshua de Barcelona, Ernesto de California, el paisanin de León; a todos y cada uno de los que han ayudado a hacer posible este blog y conseguir este prestigioso premio.
Disculpar por aqui me dicen que no es un Oscar de Holliwood ni el Pulitzer; bueno que mas da un premio es un premio y para mi tiene el mismo valor.
Gracias a todos y todas.