La crisis del taxi

El sector del taxi está en crisis. Le pasa como al teatro, que siempre anda en crisis, pero que afortunadamente convive con ella y sobrevive. Es lógico que la situación económica, influya de forma negativa en un sector como éste. Es normal que con la crisis disminuyan los clientes de este servicio que se ha vuelto inaccesible para muchos bolsillos. A pesar de que disminuye la clientela y que la oferta de taxis, la mayor parte del día, supera a la demanda, los profesionales del sector demandan una subida del 4%, que es lo que ningún trabajador de este país aspira a que le incrementen en su salario, porque no se dan las condiciones económicas. Si el taxi atraviesa por un momento delicado por la bajada de la clientela, incrementar las tarifas sería provocar que esa demanda siga disminuyendo. No parece oportuno que en época tan delicada, la mejor medida sea subir las tarifas, por muchos aprietos que sufra el sector. El Ayuntamiento dice que no autorizará incrementos por encima del IPC. Tampoco eso es real, porque el IPC no sólo no ha subido, sino que ha bajado, y si se aplicara habría que bajar las tarifas, cosa que no parece tampoco lógica. Pero los taxistas van más lejos, y en su ánimo de ingresar más, amenazan con cobrar entre 0,50 y 1 euro por maleta transportada o bulto similar. Quieren hacer suya la ocurrencia de alguna compañía aérea de cobrar por maleta facturada, sistema que en el taxi llegó a estar vigente y que desapareció por cuestiones de lógica pura. Volver ahora al pago por maleta, no creo que fuera bueno para aliviar la crisis del sector, sino más bien todo lo contrario. Quizá mejor que cobrar por maleta o subir las tarifas un 4%, sería buscar vías alternativas, como subvenciones o exenciones fiscales, o autorización para llevar publicidad, como llevan en  otras provincias españolas, incluso en los autobuses municipales en Madrid.