lunes, 21 de septiembre de 2009

Un tramo de la línea 9 funcionará a partir de noviembre


Los convoyes circularán sin conductor y habrá mamparas en los andenes


La primera línea de metro barcelonesa totalmente automatizada y, por tanto, sin conductor empezará a funcionar a principios de noviembre en el tramo que va desde Can Zam hasta Can Peixauet, ambas en Santa Coloma de Gramenet. Son seis estaciones, aunque sólo entrarán cinco en servicio: las dos citadas más Singuerlín, Església Major y Fondo. La de Santa Rosa seguirá un tiempo más en obras. Aunque el tramo es corto, una de las estaciones, la de Fondo, conecta con la línea 1, lo que permitirá a los usuarios transbordar allí hacia el centro de Barcelona.

Los trenes de la línea 9 ni siquiera dispondrán de cabina para el conductor. Todas las órdenes se darán desde el centro de control, situado en la Sagrera. También desde ese punto se activa la apertura y el cierre de las puertas de las estaciones, las escaleras mecánicas y los ascensores. Cada tren envía constantemente por radio a la sala de controladores una información precisa sobre su situación, y también al resto de los trenes. Un programa informático impide que los convoyes puedan acercarse a menos de 15 metros el uno del otro.

Las estaciones también están automatizadas, en todos los sentidos. Para empezar, los andenes no están, como en el resto de las líneas, abiertos a las vías, sino que han sido convenientemente cerrados con mamparas con puertas situadas a la misma distancia de las de los trenes. No se pueden abrir si el convoy no se halla correctamente estacionado. Las puertas de las mamparas se abren cuando llega el tren, pero las del metro sólo lo hacen a petición de los usuarios, tanto desde dentro como desde fuera, como ya ocurre ahora en la mayoría de los trenes que circulan en el metropolitano.

Hay tres tipos de estaciones.Unas son similares a las ya existentes. Otras se han construido a mayor profundidad, en función del terreno por donde discurre el trazado. La línea 9 cruza zonas con desniveles notables que un tren no puede recorrer. Por tanto, lo que varía es la distancia desde el andén al exterior, que en algunos casos alcanza los 80 metros.

En las estaciones situadas a menos de 30 metros de profundidad se han instalado escaleras mecánicas. En las que están a más de 30 metros se ha optado por ascensores. Y en determinadas estaciones, como la de Fondo hay siete. La capacidad de los ascensores es de unas 50 personas y el número de viajeros que pueden abandonar un convoy puede alcanzar el millar. De ahí que se haya programado el funcionamiento de los elevadores: estarán en la zona de andenes siempre que llegue un convoy con el objetivo de desalojar la estación en un tiempo mínimo. Tras la inauguración, este otoño, del tramo de Santa Coloma, el siguiente será el que va desde Gorg (Badalona) hasta Sagrera-Meridiana, con la excepción del que se llamará Sagrera-TAV, que enlazará con la futura gran estación ferroviaria donde pararán los trenes de alta velocidad, cercanías y regionales. La entrada en servicio de este trazado está prevista para la Semana Santa del año próximo. A mediados de 2010 debe entrar en funcionamiento la otra punta de la línea, entre El Prat y Parc Logístic. La totalidad de la línea, sin embargo, no lo hará antes de 2014.

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