El intercambiador de La Sagrera será en el 2014 el mayor de la red de metro barcelonesa
El punto de interconexión que se está configurando en La Sagrera bajo la Meridiana será el mayor de la red de metro. Cuando se complete lo usarán al menos cien mil personas al día (el actual enlace L1-L5 recibe 36.000). Además de estas dos líneas, que quedaron enlazadas con un nuevo espacio -la pieza central del intercambiadoren marzo del 2007, el nudo tendrá correspondencia con la L4 y la L9. Las obras comenzaron en agosto del 2004 y comportaron varios cortes de metro, de tráfico, un derrumbe accidental que afectó a la catenaria y una inundación que transformó los andenes en piscinas. El proyecto, que incluyó la ampliación de los vestíbulos, requirió 94,8 millones de euros.
La siguiente fase del intercambiador, la que se está ejecutando, incluye la construcción de las estaciones de la L9 (que en un futuro pasará a la L4), y de cercanías, así como una salida de emergencia. En cuanto a la primera, situada en Felip II, debe tenerse en cuenta que el túnel en el que está acabará siendo de la L4 -la prolongación desde La Pau aunque inicialmente recibirá los trenes de la L9. Así será desde antes del verano, cuando todo el tramo Can Zam/Gorg-La Sagrera esté en servicio. El túnel paralelo que albergará la estación definitiva de la L9 -la que se iniciará el próximo enero en Hondures/Sant Antoni Maria Claretse usará para evacuar el material excavado por la tuneladora de esta línea que ahora está en la plaza Havaneres en su avance hacia Mandri. En el 2014, cuanto toda la L9 funcione, se cambiará la configuración y cada línea utilizará su túnel y su estación definitivas.
También cercanías -las líneas C3, C4 y C7-tendrá parada en este intercambiador. Los trabajos, que acaban de comenzar y que Fomento prevé finalizar a finales del 2010, consisten en la construcción de una estación en el túnel del ferrocarril que discurre entre las líneas 1 y 5 del metro y también obligará a cortar varios carriles de la Meridiana este otoño y durante cinco meses y a modificar el servicio de cercanías, en principio, según las actuales previsiones de Adif y de Renfe, entre abril y septiembre del año que viene. Esta obra tiene un presupuesto de 34 millones de euros.
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