La asociación Promoció del Transport Públic destaca que la T-1 se ha convertido en la ciudad más grande de Catalunya sin ferrocarril. La L-9 del metro llegará en el 2012 y Fomento está redactando el proyecto para que Cercanías llegue a la T-1 por un túnel bajo las pistas. El ministro José Blanco ha prometido que la obra se licitará antes de que acabe el año. Con este panorama, los autobuses lanzadera que van y vienen por un circuito repleto de curvas son imprescindibles. Una línea enlaza la T-1 y la T-2 para viajeros en tránsito y la otra traslada a la nueva infraestructura a los que cada media hora llegan en tren.
El recorrido se realiza en unos 10 minutos, pero luego toca caminar hasta llegar a la zona de facturación. Llegar a la T-1 desde la estación de Sants --con la Renfe y el autobús mediante-- requiere más de 45 minutos, cuando el coche privado puede alcanzar la obra de Bofill en poco más de 20.
Uno de los chóferes que enlazan el ferrocarril con la T-1 se queja del poco espacio que tienen en la nueva terminal. «Entre lanzaderas, Aerobús y la línea 46 de TMB queda una calzada muy estrecha para poder maniobrar», asegura.
jueves, 18 de junio de 2009
Las lanzaderas suplen al anhelado ferrocarril
CARLOS MÁRQUEZ DANIEL
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