El sistema, pionero en España, advierte al peatón de queel tren ligero se acerca ante la escasa visibilidad de la zona
La imprudencia de algunos peatones, sumada a la barrera visual que ejercen las columnas de los soportales de la calle Ribera, habían convertido el tramo de esta vía comprendido entre Carnicería Vieja y Somera en un punto de acumulación de atropellos por el tranvía. Los peatones se lanzaban a cruzar indebidamente, por una zona sin semáforos ni pasos de cebra, y además sin visibilidad, ya que las columnas 'ocultaban' la presencia del tren ligero.
El Ayuntamiento anotó esta zona de la villa en su lista de puntos negros a corregir con el Plan de Movilidad Segura que desarrolla desde hace tres años. La solución adoptada es un innovador sistema de señalización insertado en la acera. Son 135 balizas luminosas que se encienden de manera intermitente al paso del tranvía, en el tramo conflictivo de la calle Ribera.
El concejal responsable de Circulación y Transportes, Ibon Areso, explicó que «el elevado tránsito peatonal junto a la densidad de tráfico y el paso del tranvía convertían esta vía en un tramo con una elevada concentración de accidentes, debido fundamentalmente a un problema de visibilidad insuficiente desde los soportales». Areso destacó que el sistema adoptado «es pionero en el Estado» y se trata de una de las 41 acciones previstas en el Plan de Movilidad Segura, que pretende reducir a la mitad el número de accidentes de tráfico y atropellos que registra anualmente la villa.
El balizamiento de la calle Ribera ha costado 93.680 euros y funciona gracias a un sistema de espiras instalado en el trazado del tranvía. Al detectar el paso del tren ligero por la zona de influencia de los soportales de Ribera, envían una señal a las balizas del suelo y estas emiten una luz roja intermitente.
Areso recordó que el Plan de Movilidad Segura se diseñó de forma quinquenal. El objetivo era recortar un 50% los siniestros entre 2007-2013, y para ello se implicaron los departamentos de Circulación y Transportes, Seguridad Ciudadana y Obras y Servicios. Se analizaron los partes de accidente emitidos por la Policía Municipal y todas las sugerencias de asociaciones y vecinos, con especial atención a entornos sensibles, como las cercanías de centros escolares.
Junto al balizamiento de Ribera, otras de las actuaciones más destacables del plan fue la instalación de detectores de paso en rojo en varios cruces conflictivos de la villa y la creación de nuevas isletas refugio, orejetas y peraltes en puntos de riesgo salpicados por todos los barrios. Hasta ahora se han invertido tres millones de euros en este plan, cuya primera batería de obras culminará en noviembre. En 2010, se evaluará el resultado.
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