La Generalitat prevé un crecimiento moderado del metro ligero en el área de BCN hasta el 2026. Un nuevo ramal del Trambesòs seguirá paralelo al río desde Sant Adrià y hasta Santa Coloma
Un futuro de crecimiento moderado. Ese es el panorama que la Generalitat dibuja para el otrora llamado metro ligero en la conurbación de Barcelona. La contenida expansión del tranvía tiene, además, un fuerte carácter metropolitano, con prolongaciones del Trambaix y del Trambesòs. En la ciudad de Barcelona, más allá de los cuatro kilómetros de nuevos raíles entre plaza de las Glòries y Francesc Macià --dentro de la operación de reforma de la avenida Diagonal--, el único tramo propuesto es la extensión de las líneas que finalizan en la Ciutadella hasta el World Trade Center, pasando por el monumento a Colón.
Una valoración en conjunto de los proyectos ferroviarios que prevé el plan territorial metropolitano hasta el 2026 --que EL PERIÓDICO publicó en su edición de ayer-- sí permite observar cierto cambio de tendencia. A finales de los 90 el tranvía --nombre que finalmente se impuso en Barcelona al más rimbombante de metro ligero que se utiliza, por ejemplo, en Madrid-- parecía que iba a ser la solución de todos los males. El hecho de requerir inversiones mucho más modestas, sobre todo en comparación con el metro, hizo que más de uno trazara redes de tranvía realmente densas. Incluso algunos partidos políticos, en campaña, presentaron como bazas fuertes la extensión del tranvía por la Rambla y la calle de Urgell.
LONGITUD EXCESIVA
El uso ya consolidado de este modo de transporte (no en vano son varios los años que lleva ya en servicio), ha permitido observar que la longitud excesiva de las líneas supone, en el fondo, un flaco favor a los usuarios, por cuanto repercute en el tiempo de viaje y lo hace menos competitivo. En el otro lado de la balanza, la existencia del carril segregado se ha demostrado como todo un acierto, sobre todo para recorrer en las horas punta las zonas más tupidas de tráfico.
Solapando los distintos mapas del plan territorial se observa que la Conselleria de Política Territorial i Obres Públiques ha decidido doblar el recorrido del tranvía con el de ferrocarriles de gran capacidad, bien sea metro o bien Cercanías. Así se observa, por ejemplo, en el túnel de la Diagonal y las distintas líneas que confluirán en Glòries, nuevo nudo gordiano del entramado ferroviario barcelonés, junto con la Sagrera.
El plan territorial define corredores, trazados. No define proyectos. Eso significa que algunos de los trazados que fija y que presenta como "ferrocarriles ligeros" pueda convertirse, finalmente, en una plataforma reservada para autobuses. Es decir, el espíritu del tranvía pero sobre ruedas y no raíles.
Este es el caso, por ejemplo del trazado de Política Territorial en el litoral de Badalona y el Maresme. Sobre la traza del ferrocarril, cuando este sea trasladado en paralelo hacia el interior, tal y como prevé el mismo plan territorial. Aunque pueda parecer un contrasentido --sustituir el tren por el tranvía-- lo cierto es que la barrera que ejerce la línea de Cercanías Renfe no tiene nada que ver con la de un tranvía. De hecho, por ejemplo, este esquema es el que se seguirá en Sant Feliu de Llobregat una vez se soterre la línea de Renfe: sobre la losa que cubrirá el tren discurrirá el tranvía.
MÁS TRANVÍA EN SANT FELIU
Precisamente en Sant Feliu se prevé otro crecimiento del metro ligero hasta Molins de Rei e, incluso y tras saltar el río, Sant Vicenç dels Horts. Por otra parte, los técnicos han diseñado, asimismo, un ramal del Trambesòs que, partiendo de la estación de Renfe en Sant Adrià siga en paralelo al río hasta los barrios más interiores de Santa Coloma .
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