
Se buscan conductores de taxi. Y muchos ciudadanos están dispuestos a serlo. Cada vez hay más madrileños e inmigrantes convencidos para ponerse al volante de un taxi, una profesión que actúa como refugio ante la crisis, aunque no es precisamente ahora cuando más demanda de este transporte existe en la ciudad.
Pero los datos son claros: en Madrid ya hay concedidos 6.716 permisos de conducción de taxis para personas que no poseen una licencia de este transporte, pero que trabajan como asalariados de quienes tienen la concesión municipal para hacerlo, según los datos de la Concejalía de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, a los que ha tenido acceso ABC.
Estas cifras suponen un aumento de hasta un 60% en los últimos 15 meses, según calculan en la Federación del Taxi de Madrid. «Básicamente, este incremento ha coincidido desde que comenzó la crisis económica hace un año», asegura Francisco Gat, vicepresidente de esta organización gremial.
Mientras, el número de vehículos con licencia para moverse como taxi por la ciudad se mantiene inamovible en el último año, según datos del Ayuntamiento: 15.650. Es decir, el número de vehículos se mantiene inamovible, pero aumenta, y mucho, el de conductores que se reparten un mismo taxi a lo largo de un día.
Menos demanda
Las consecuencias de este incremento de solicitudes se puede ver en las calles: cada vez es más fácil coger un taxi; las paradas están repletas de conductores dispuestos a transportar a cualquier ciudadano; y el sector lo pasa realmente mal. Así lo estiman en la Federación del Taxi, donde consideran que contratar a asalariados para que hagan turnos en un mismo vehículo «es una huida hacia adelante y un error que conduce a la destrucción del sector», según estima Francisco Gat.
Se utilizan menos
Mientras, la caída de la demanda de pasajeros que utilizan este servicio público ha caído hasta un 30%. Como comparación, el uso del Metro, por ejemplo, aumentó un 2,1% hasta octubre de 2008.
Los ciudadanos optan por moverse en suburbano, autobús o tren, mientras que las empresas han reducido drásticamente la utilización de taxis por parte de sus empleados. Por ello, muchos propietarios de licencias han optado por incorporar a trabajadores para que sus vehículos funcionen a varios turnos y así intentar obtener más ingresos.
De hecho, fuentes del sector aseguran que cada vez hay más taxis que realizan hasta tres turnos de ocho horas cada uno. Es decir, 24 horas sin parar. «Yo nunca pensé hacerlo, porque vivía medianamente bien», indica Jesús (52 años), «pero con la crisis que hay me he visto obligado a buscar conductores para que me trabajen por las noches», indica. Precisamente a eso recurren parte de los taxistas: a contratar a personal para hacer los turnos menos deseados, como el de la noche o el fin de semana.
Y es que, para ser conductor de taxi, sólo hace falta poseer el carné de conducir tipo B, la autorización BTP (para el transporte colectivo de viajeros), carecer de antecedentes penales y superar las pruebas correspondientes.
Ofertas en internet
Precisamente a estas pruebas, convocadas por el Ayuntamiento, se presentan cada día más ciudadanos. La sede de la Oficina Municipal del Taxi, en la calle de Albarracín, es el lugar al que acuden, sobre todo, inmigrantes que se han quedado en paro y que han encontrado en este gremio una oportunidad de trabajo. «Me enteré por internet, porque cada vez hay más ofertas de este tipo», explica Fernando, de Uruguay.
Un vistazo a la Red muestra los tintes que está tomando el sector. «Busco conductor de taxi. Turno de noche. Seriedad. Zona Villaverde»; «Se ofrece conductor de taxi a turnos o solo. Preferible con emisora y mampara». Son sólo dos ejemplos del mercado laboral que se está generando en la Red.
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