El vagón permaneció parado 15 minutos en Chamberí mientras el hombre recibía ayuda médica.
Las asistencias sanitarias atienden ayer al indigente en el interior del tranvía. la opinión
Un indigente provocó ayer, sobre las 09:10 horas, la paralización del servicio de la línea 1 del tranvía a la altura del barrio de Chamberí. El hombre, de unos 60 años, se encontraba tirado en el suelo, próximo a una de las puertas de salida del vagón y se quejaba de un fuerte dolor en el abdomen. El chófer del vehículo, que circulaba en dirección a La Laguna, tuvo que detener la marcha del tranvía en la parada más próxima ante la llamada incesante de los pasajeros que lo alertaban de la situación del indigente.
Cuando llegaron los servicios de emergencias, después de unos diez minutos de espera, lo atendieron en el sitio y lo evacuaron del tranvía para que el vehículo pudiera restablecer de nuevo su marcha. El hombre, uno de los habituales del albergue y que ya en infinidad de ocasiones anteriores ha tenido que ser atendido por los servicios sanitarios, estuvo totalmente consciente en todo momento y pudo incluso sentarse para hablar con los enfermeros que acudieron en su auxilio.
Tras el percance, que duró unos 15 minutos, el conductor reemprendió su camino hacia Aguere. La mayoría de los usuarios del tranvía coincidieron en afirmar que la labor que llevó a cabo tanto el chófer como los técnicos del Servicio de Urgencias Canario fue "muy rápida" y "acertada".
Aunque los pasajeros que esperaban en las diferentes paradas también sufrieron este retraso, así como los que ya se encontraban en los distintos tranvías que se subieron en paradas anteriores a la de Chamberí, tras estos minutos la caravana desfiló con absoluta normalidad. Eso sí, lo hizo cada dos minutos, una frecuencia más corta de la habitual para recuperar el tiempo perdido. En aproximadamente media hora todo el servicio de la línea 1 se había reestablecido.
Un viejo conocido
Algunos de los pasajeros que se encontraban en ese momento junto al vecino afectado aseguraron que ya lo habían visto en otras ocasiones en el tranvía y que se extrañaban de que permaneciera en la calle pese a su aparente mal estado físico. De hecho, reconocieron que en más de una ocasión ha protagonizado situaciones similares en otros viajes.
Las alarmas se encendieron entre los presentes después de que hayan fallecido seis indigentes en apenas dos meses en las calles de la capital chicharrera, el último de ellos el pasado sábado en un solar del barrio de Somosierra en el que se ha instalado un conjunto de chabolas.
Cuando llegaron los servicios de emergencias, después de unos diez minutos de espera, lo atendieron en el sitio y lo evacuaron del tranvía para que el vehículo pudiera restablecer de nuevo su marcha. El hombre, uno de los habituales del albergue y que ya en infinidad de ocasiones anteriores ha tenido que ser atendido por los servicios sanitarios, estuvo totalmente consciente en todo momento y pudo incluso sentarse para hablar con los enfermeros que acudieron en su auxilio.
Tras el percance, que duró unos 15 minutos, el conductor reemprendió su camino hacia Aguere. La mayoría de los usuarios del tranvía coincidieron en afirmar que la labor que llevó a cabo tanto el chófer como los técnicos del Servicio de Urgencias Canario fue "muy rápida" y "acertada".
Aunque los pasajeros que esperaban en las diferentes paradas también sufrieron este retraso, así como los que ya se encontraban en los distintos tranvías que se subieron en paradas anteriores a la de Chamberí, tras estos minutos la caravana desfiló con absoluta normalidad. Eso sí, lo hizo cada dos minutos, una frecuencia más corta de la habitual para recuperar el tiempo perdido. En aproximadamente media hora todo el servicio de la línea 1 se había reestablecido.
Un viejo conocido
Algunos de los pasajeros que se encontraban en ese momento junto al vecino afectado aseguraron que ya lo habían visto en otras ocasiones en el tranvía y que se extrañaban de que permaneciera en la calle pese a su aparente mal estado físico. De hecho, reconocieron que en más de una ocasión ha protagonizado situaciones similares en otros viajes.
Las alarmas se encendieron entre los presentes después de que hayan fallecido seis indigentes en apenas dos meses en las calles de la capital chicharrera, el último de ellos el pasado sábado en un solar del barrio de Somosierra en el que se ha instalado un conjunto de chabolas.
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