martes, 7 de junio de 2011

Cientos de taxistas dejan el volante para protestar contra alcalde de Nueva York

Cientos de taxistas que trabajan en las zonas urbanas de la ciudad de Nueva York repudiaron hoy una propuesta del alcalde Michael Bloomberg que, según los trabajadores, desaparecería esa industria en las comunidades de minorías.
Los trabajadores, inmigrantes latinos, africanos y del medio oriente, decretaron un paro y cambiaron hoy el volante por pancartas con mensajes como "queremos recoger en la calle", "frenen el plan de Bloomberg", "Bloomberg, no me dejes sin trabajo" o "Bloomberg, somos padres de familia", durante una protesta frente a la Alcaldía.
Igualmente, unieron por primera vez sus voces para gritar "Sí, se puede" durante la masiva protesta, donde fueron apoyados por varios concejales, comerciantes y representantes de la industria de seguros.
Los llamados "taxis sin medallón" -una industria que nació en la década de 1970- trabajan fuera de la zona metropolitana de Manhattan respondiendo a llamadas que los clientes hacen a las bases para las que trabajan, pero también recogen pasajeros en las calles, lo que la ciudad les prohíbe y que precisamente es el eje de la controversia que les está enfrentando con la administración Bloomberg.
El alcalde ha presentado una propuesta a través de la Comisión de Taxis y Limosinas (TLC en inglés), que regula esa industria, que busca que los tradicionales taxis amarillos que ofrecen sus servicios en la zona metropolitana de Manhattan extiendan sus servicios para recoger pasajeros en las calles de las zonas urbanas.
Durante años, los taxis sin medallón han luchado sin éxito para que la ciudad les autorice a recoger pasajeros en la calle sin estar sujetos a la multa de 350 dólares que la TLC le impone al chófer, al dueño del vehículo y a la base para la que trabaje.
"Durante años, los chóferes de los taxis amarillos se han negado a llevar pasajeros a El Bronx, Brooklyn u otros condados fuera de la zona metropolitana y nosotros hemos hecho ese trabajo", dijo a Efe Fernando García, presidente de la Asociación de Taxistas Independientes de Nueva York.
Se refirió a que los residentes de las zonas urbanas han enfrentado por años el problema de que los taxis amarillos se han negado a transportarlos fuera del área metropolitana de Manhattan, zona a la que han limitado sus servicios.
"Los dueños de bases, la Asociación de Taxistas Africanos y la Asociación de Taxistas Independientes nos hemos unido para sentarnos a negociar y buscar una solución favorable para poder trabajar en paz y que no se maltrate a los compañeros", indicó y advirtió a Bloomberg que llevarán el caso hasta la corte federal de ser necesario.
Unos 38.000 chóferes componen la industria de los taxis en Nueva York, de los cuales alrededor de 22.000 son taxis sin medallón , -la mayoría dominicanos-, que trabajan para 459 bases en El Bronx, Brooklyn, Queens, Staten Island y el Alto Manhattan.
García insistió en que la solución es que la administración Bloomberg les autorice a recoger pasajeros en la calle en lugar de querer enviar a unos 6.000 nuevos taxis amarillos a las zonas urbanas.
Para tener un taxi amarillo es necesario comprar lo que se conoce como "el medallón" que se coloca en el vehículo. Bloomberg ha propuesto a los taxistas de las zonas urbanas que compren uno de los 6.000 medallones que la TLC pondría a la venta por 675.000 dólares, comentó por su parte Agripino Batista, quien ha sido chófer durante trece años.
"Aunque nos unamos un grupo de taxistas, no podríamos comprar un medallón porque es muy caro", afirmó Batista.
Por su parte, Pedro Heredia, presidente de la Asociación de dueños de Bases de Taxis destacó en su mensaje al alcalde que "sería irracional pensar que podemos competir con los dueños de flotas de taxis amarillos".
Los taxistas sin medallón aseguraron que de aprobarse la propuesta se reducirían sus ingresos porque ya no podrían recoger más pasajeros en las calles, lo que a su vez afectaría la economía de sus hogares y las remesas que envían a sus países de origen.
Un taxista sin medallón gana un promedio de 120 dólares al día, comentó un joven chófer a Efe y destacó que la TLC les impone multas "por todo".
"La industria de los taxistas sin medallón nació recogiendo pasajeros en la calle y ese derecho les pertenece", dijo a Efe Susan Fiol, que durante 30 años ha vendido seguros de coches a ese sector.
Aseguró que la venta de seguros a taxis sin medallón sufriría una merma de al menos un 40% de aprobarse la propuesta de la ciudad, lo que también afectaría a restaurantes, compañías de lavado de coches, gasolineras, mecánicos, entre otros negocios.

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