JESÚS VILLAR Siempre he fantaseado sobre lo que hubiera sido de Canarias si la escuadra inglesa con los almirantes Drake y Hawkins al mando, al intentar desembarcar en 1595 en la bahía de la Luz para tomar la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, no hubiese sido derrotada por los isleños, una hazaña que se recuerda aún hoy en la fiesta de La Naval. Seguramente seríamos parte del Imperio Británico y hablaríamos inglés. Pero como dice la canción de Nicolás Guillén y Pablo Milanés "con tanto inglé que tú sabía, Bito Manué, no sabe ahora desí ye". Sin embargo, a pesar de aquella derrota, los contactos que Canarias ha mantenido con Gran Bretaña en los últimos cinco siglos han tenido consecuencias decisivas para nuestro desarrollo económico, social y cultural, como ha investigado la filóloga Isabel González Cruz de la Universidad de Las Palmas.
El asentamiento de ingleses e irlandeses en Canarias se remonta al siglo XVI, cuando se inicia el comercio del vino. Desde entonces, son muy abundantes los escritos de ingleses que describen las islas por motivos literarios, artísticos, científicos, médicos o turísticos. Además de las referencias a los vinos canarios que Shakespeare hizo en sus obras Enrique IV y Las Alegres Casadas de Windsor, las islas Canarias fueron conocidas en los siglos XIX y XX como estación sanitaria y como punto de escala obligado para las compañías navieras inglesas que dominaban las rutas marítimas que comunicaban las islas con Liverpool, Londres, África occidental, Ciudad del Cabo y Nueva Zelanda. Gran Canaria y Tenerife fueron las islas en las que se instalaron un mayor número de extranjeros, siendo Las Palmas de Gran Canaria y Puerto Orotava (hoy Puerto de la Cruz) los núcleos de población que contaron con la presencia más activa de británicos.
Fue la compañía británica Swanston la que construyó el puerto de La Luz en 1883 con materiales e ingenieros británicos. La presencia británica contribuyó a que se experimentase un gran progreso en el nivel de vida y los isleños se beneficiaron de los modernos adelantos y de las nuevas fuentes de riqueza que iban introduciendo. El inglés y lo inglés estuvieron presentes en numerosos detalles de la vida diaria de los canarios de aquella época que trabajaban en su mayoría para las numerosas empresas británicas (consignatarias, astilleros, almacenes, fincas, bancos, hoteles) y consumían productos ingleses. En 1834 se construyó en Las Palmas el cementerio británico, en 1891 el Club de Golf (el más antiguo de España), en 1892 el Hospital Queen Victoria, en 1893 la Iglesia Anglicana de Todos los Santos, en 1895 el Club de Tenis y en 1908 el Club Inglés. Con la introducción de costumbres y gustos británicos en la alimentación, en 1891 comenzó a venderse en Las Palmas el pan de molde para la elaboración de los típicos sandwiches o emparedados ingleses. Muchas calles tenían señales y carteles escritos en inglés, se publicaron periódicos en inglés como The Canary Islands Review y ondeaban tantas banderas británicas que Las Palmas y Puerto de la Cruz llegaron a ser considerados como verdaderas posesiones inglesas.
Los ingleses trajeron muchas cosas a Canarias, pero se marcharon antes de introducir el taxi inglés. Ahora que el alcalde de Nueva York ha decidido que el Nissan NV200 será el modelo que sustituirá a los 13.200 taxis amarillos Ford Crown Victoria, ya me gustaría que el alcalde electo de Las Palmas de Gran Canaria eligiera al LTI TX4 como el modelo de taxi para la ciudad. Fabricado por la compañía London Taxis International (www.lti.co.uk), el TX4 ha sido considerado desde hace muchos años como el mejor automóvil para taxi del mundo. Con capacidad para cinco pasajeros, además del conductor, es cómodo para entrar o salir, permite sentarse de espaldas como en los trenes, hay espacio suficiente para estirar las piernas, el asiento junto al conductor está anulado para pasaje, permite introducir las maletas en el amplio espacio que dispone para pasajeros, el asiento del conductor está completamente separado por una mampara transparente y compacta, dispone de cierre automático de puertas controlado por el conductor, tiene altavoz y micrófono incorporado para hablar con el conductor si fuera necesario, cuenta con un reloj digital, un taxímetro perfectamente visible, puertas e interior adaptados para personas con movilidad reducida y varias asideras. Con motor diésel conectado electrónicamente a una caja de cambios automática y próximamente con un motor eléctrico, es el taxi menos contaminante del mundo. ¿Se imaginan vivir en Las Palmas City? Buen día y hasta luego.
El asentamiento de ingleses e irlandeses en Canarias se remonta al siglo XVI, cuando se inicia el comercio del vino. Desde entonces, son muy abundantes los escritos de ingleses que describen las islas por motivos literarios, artísticos, científicos, médicos o turísticos. Además de las referencias a los vinos canarios que Shakespeare hizo en sus obras Enrique IV y Las Alegres Casadas de Windsor, las islas Canarias fueron conocidas en los siglos XIX y XX como estación sanitaria y como punto de escala obligado para las compañías navieras inglesas que dominaban las rutas marítimas que comunicaban las islas con Liverpool, Londres, África occidental, Ciudad del Cabo y Nueva Zelanda. Gran Canaria y Tenerife fueron las islas en las que se instalaron un mayor número de extranjeros, siendo Las Palmas de Gran Canaria y Puerto Orotava (hoy Puerto de la Cruz) los núcleos de población que contaron con la presencia más activa de británicos.
Fue la compañía británica Swanston la que construyó el puerto de La Luz en 1883 con materiales e ingenieros británicos. La presencia británica contribuyó a que se experimentase un gran progreso en el nivel de vida y los isleños se beneficiaron de los modernos adelantos y de las nuevas fuentes de riqueza que iban introduciendo. El inglés y lo inglés estuvieron presentes en numerosos detalles de la vida diaria de los canarios de aquella época que trabajaban en su mayoría para las numerosas empresas británicas (consignatarias, astilleros, almacenes, fincas, bancos, hoteles) y consumían productos ingleses. En 1834 se construyó en Las Palmas el cementerio británico, en 1891 el Club de Golf (el más antiguo de España), en 1892 el Hospital Queen Victoria, en 1893 la Iglesia Anglicana de Todos los Santos, en 1895 el Club de Tenis y en 1908 el Club Inglés. Con la introducción de costumbres y gustos británicos en la alimentación, en 1891 comenzó a venderse en Las Palmas el pan de molde para la elaboración de los típicos sandwiches o emparedados ingleses. Muchas calles tenían señales y carteles escritos en inglés, se publicaron periódicos en inglés como The Canary Islands Review y ondeaban tantas banderas británicas que Las Palmas y Puerto de la Cruz llegaron a ser considerados como verdaderas posesiones inglesas.
Los ingleses trajeron muchas cosas a Canarias, pero se marcharon antes de introducir el taxi inglés. Ahora que el alcalde de Nueva York ha decidido que el Nissan NV200 será el modelo que sustituirá a los 13.200 taxis amarillos Ford Crown Victoria, ya me gustaría que el alcalde electo de Las Palmas de Gran Canaria eligiera al LTI TX4 como el modelo de taxi para la ciudad. Fabricado por la compañía London Taxis International (www.lti.co.uk), el TX4 ha sido considerado desde hace muchos años como el mejor automóvil para taxi del mundo. Con capacidad para cinco pasajeros, además del conductor, es cómodo para entrar o salir, permite sentarse de espaldas como en los trenes, hay espacio suficiente para estirar las piernas, el asiento junto al conductor está anulado para pasaje, permite introducir las maletas en el amplio espacio que dispone para pasajeros, el asiento del conductor está completamente separado por una mampara transparente y compacta, dispone de cierre automático de puertas controlado por el conductor, tiene altavoz y micrófono incorporado para hablar con el conductor si fuera necesario, cuenta con un reloj digital, un taxímetro perfectamente visible, puertas e interior adaptados para personas con movilidad reducida y varias asideras. Con motor diésel conectado electrónicamente a una caja de cambios automática y próximamente con un motor eléctrico, es el taxi menos contaminante del mundo. ¿Se imaginan vivir en Las Palmas City? Buen día y hasta luego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario