Los 700 mil pasajeros que moviliza el tren subterráneo serán atendidos por buses de los cinco troncales del Transantiago. Plan de contingencia operó con normalidad.
Será una jornada inédita. Por primera vez en sus 35 años de funcionamiento, el Metro de Santiago detendrá sus funciones un domingo.
La huelga legal que encabezan desde el lunes 710 conductores del Sindicato 3 obligó a la empresa a diseñar un plan de contingencia, que incluye el cierre de toda la red ese día.
"La razón por la cual no vamos a operar el domingo es para darles descanso a los conductores y poder focalizar nuestros esfuerzos entre lunes y sábado y adicionalmente, para darle espacio a mantenimiento regular", explica el gerente general de Metro, Roberto Bianchi.
Para atender a los 700 mil usuarios que, en promedio, moviliza el ferrocarril subterráneo los domingos, Transantiago diseñó un plan operativo que incluye reforzamientos con 10 recorridos en los cinco troncales del sistema. La idea es que actúen como un Metro en superficie, porque se detendrán en cada estación.
Otros aspectos del plan aún son acordados entre Metro y la Intendencia e incluyen el aumento de puntos de recarga de la tarjeta Bip! en superficie, debido a que el 68% de esas operaciones se realiza en las estaciones del Metro.
Pese al plan de contigencia, la jornada se prevé compleja, debido a que es el primer domingo de diciembre y marca el inicio de la temporada alta de venta navideña en el comercio.
Además, este domingo se juega un partido entre Universidad Católica y Everton, que podría definir la final del campeonato de fútbol profesional, por lo cual muchas personas podrían movilizarse hacia Plaza Italia.
Según señala el presidente del Sindicato 3 de trabajadores de Metro, Mario Acuña, la paralización del domingo "es una situación inédita en la historia del Metro. Es complicado, porque además se da después de la Teletón y es una jornada prácticamente de verano. Va a generar muchos problemas también para la gente que trabaja ese día", opina.
Para el experto en transportes de la Universidad de Chile, Francisco Martínez, Transantiago debiera contar con un plan de contingencia ya diseñado en caso de que el tren subterráneo no funcione.
"Debiese ser con un servicio con las características lo más similares posibles, porque si no la gente paga el costo de esa desorientación, pérdida de conexiones, de tiempo, de molestia. Son días calurosos, hay un costo no menor. Una vez que se toma una decisión de estructurar un sistema de transportes con un pilar fundamental como el Metro, en vez de otro en que se dé más peso a los buses, se debe ser consecuente con el servicio que se presta", explica.
Normalidad
En el segundo día de huelga, Metro funcionó con relativa normalidad. Según detalló la empresa a través de un comunicado, el servicio alcanzó una operatividad de 97%, debido a que se adelantó el plan de contingencia hasta las 6.00 de la mañana, lo que permitió ampliar la hora punta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario