Después de 30 meses de obras y una ampliación de 1.500 metros, el carril bus-taxi de entrada a la capital tinerfeña es una realidad. Una obra de ingeniería que en palabras del presidente del gobierno, Paulino Rivero, no sólo ayudará a mejorará la movilidad, a ser más productivos, sino también a luchar contra la contaminación ambiental.
Una obra que apuesta por la red de transporte público y dará un mejor servicio a los ciudadanos. Permitirá descongestionar el acceso a santa cruz y facilitar la entrada a las guaguas, taxis, trasporte escolar y discrecional.
Con esta apertura se pone punto final a un proyecto que se ha desarrollado en cuatro fases con un presupuestos de más de 8 millones de euros.
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