viernes, 21 de marzo de 2008

SOCAVONES EN METRO MADRID

Segundo socavón en 48 horas en el Metro de Sol de Madrid, en las obras de Fomento

Un nuevo socavón, el segundo en 48 horas, se abrió en la noche del miércoles en el túnel de la línea 2 del Metro, a su llegada a la estación de Sol. La nueva oquedad fue descubierta por los técnicos que trabajan en la reparación de la primera -que se descubrió en la madrugada del martes-. En ambos casos, los agujeros aparecen en el tramo de vía bajo el cual se ha construido la nueva estación de Cercanías que el Ministerio de Fomento va a poner en servicio en un año. Como en el primer caso, se inyectó hormigón. Ayer se infiltraron tres metros cúbicos.
El segundo hueco apareció en la vía paralela a aquella en la que se descubrió el primero, y a unos 15 metros de distancia.
Se da la circunstancia de que en esa misma zona, situada sobre la bóveda de la nueva estación, ya se produjo otro socavón en octubre del año pasado, del que no se informó en su día y que se subsanó sin necesidad de cortar la línea. Esta vez, sin embargo, los responsables de Metro decidieron, por seguridad, cerrar la línea al tráfico de convoyes desde Banco de España hasta Ópera, situación en la que permanecerá probablemente hasta el domingo. Sin embargo, las dificultades que se están encontrando y la seguridad que quiere mantenerse podrían obligar a retrasar la reanudación del servicio más allá del lunes.
En el caso del socavón descubierto el martes, Fomento desvinculó sus obras del hundimiento, que achacó a una arqueta antigua localizada en el socavón. Pero ayer, ante el nuevo agujero, en la Consejería regional de Transportes ya no tenían duda: descartan que fuera la arqueta. «Los dos agujeros de esta semana, más el de octubre, parece que indican que hay demasiadas arquetas viejas», ironizaban ayer.
Técnicos de las dos administraciones mantuvieron ayer una larga reunión para establecer las causas del nuevo incidente (aunque no se pusieron de acuerdo) y las medidas a adoptar. Entre los puntos de acuerdo figura la creación de una comisión de seguimiento formada por técnicos del Ministerio de Fomento y Metro, que analizará diariamente los trabajos realizados, tal y como había reclamado el consejero de Infraestructuras, Manuel Lamela. También acordaron mantener el ritmo de inyecciones de hormigón sobre la estructura, que se harán extensibles conforme lo demuestren los estudios. Hasta el domingo trabajarán tres máquinas, una más de las actuales, aunque una quedará en reserva.
La mayor caverna del mundo
La caverna de la nueva estación es la más grande del mundo excavada en suelo. Tiene unos 200 metros de largo por 20 de ancho y unos 14 de altura. Entre ella y el suelo de la línea 2 del Metro -en el que han aparecido las oquedades-, hay una distancia, en su parte menor, de unos 3 metros.
Cuando se descubrió el martes el primer socavón, se calzaron las vías para evitar movimientos, y los trenes comenzaron a pasar en el modo manual -esto es, a menos velocidad y controladas las vibraciones en el suelo mediante aparatos medidores-. Seis horas después de iniciarse el servicio del día, los responsables de la Consejería regional de Transportes -de quien depende Metro- decidieron suspenderlo, por motivos de seguridad. Puestos en comunicación los técnicos de Fomento y los de Metro, se encargó a la empresa Geocisa la inyección de hormigón en la zona de la oquedad, y trabajos de inspección en unos 20 metros en torno al socavón.
Trabajos de infiltración
Precisamente al realizar estos trabajos es cuando se detectó el segundo agujero, que de madrugada se rellenó con tres metros cúbicos de hormigón. Para garantizar que la situación del resto de la vía es segura, Metro ha solicitado a Fomento -promotor de las obras de la nueva estación de Cercanías, que ejecuta FCC-, que se amplíen los trabajos de infiltración de cemento en la vía «para evitar cualquier riesgo». El Ministerio lo aceptó.
De momento, para evitar nuevas sorpresas, ayer se decidió retirar todo el balastro -la mezcla de piedras y grava que cubre el suelo de las vías- del suelo del túnel, y revisar los 22 metros bajo los cuales se encuentra la bóveda de la estación de Cercanías. En la reparación de los desperfectos trabajan, desde el martes, 120 personas en tres turnos de trabajo, con la intención de tenerlo todo listo para reiniciar el servicio del Metro el próximo lunes, aunque todavía no es seguro.
Fuentes del citado Ministerio aseguraron, tal y como ya hicieron el martes, que se encuentran a disposición de la Comunidad de Madrid para realizar en la zona los trabajos que ésta considere oportunos a fin de garantizar la seguridad de trabajadores y usuarios.
Tras la aparición del primer agujero, responsables de la empresa FCC aseguraron que ya en octubre, cuando se vio el primer hundimiento del suelo de la línea 2, se inyectó cemento en la zona.
abc

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