Cientos de vecinos, entre ellos miembros del colectivo de 'indignados', del barrio de Lavapiés de Madrid se enfrentaron en la tarde del martes a la policía para tratar de impedir la detención de un inmigrante senegalés, que se negó a identificarse ante los agentes.
"Una persona senegalesa intentó colarse en el metro y cuando se le pidió que se identificara se negó, por lo que los empleados del metro llamaron a la policía y, de nuevo, se negó a identificarse ante los agentes", explicó este miércoles un portavoz de la policía.
"Cuando los agentes intentaron llevárselo a comisaría para identificarlo, varias personas trataron de impedirlo", añadió la misma fuente, que insistió en que no se trataba de detener a esta persona sino sólo de proceder a su identificación.
Según la prensa española, vecinos del barrio y miembros del colectivo 15-M, más popularmente conocidos como 'indignados', muy activos en los barrios y que celebraban una asamblea en la plaza de Lavapiés, increparon a los agentes y trataron de impedir que pudieran llevarse al detenido.
El barrio de Lavapiés es conocido por tratarse de un barrio madrileño multiétnico en el que conviven inmigrantes de varias nacionalidades y razas, muchos de ellos en situación irregular.
"Era una redada en el metro", dijeron al diario El País dos mujeres presentes en los sucesos, que obligó a los policías a pedir ayuda a agentes antidisturbios para poder salir del barrio con su detenido, que "ya ha sido puesto en libertad", según el portavoz policial.
Pese a la tensión que se vivió en la zona, en la que los vecinos llegaron a zarandear el coche policial, no se produjo ningún herido.
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