La presentación oficial del proyecto ganador del concurso de diseño de las bocas de acceso del Metro de Donostialdea, que ha recaído en el equipo noruego Snohetta, por su propuesta 'Vamos', supone un nuevo avance en la ejecución definitiva de esta obra de infraestructura que, junto a al desdoblamiento de una parte de las vías del trazado entre Eibar e Irun y la conexión entre Hondarribia y la ciudad fronteriza, constituye en su globalidad un proyecto estratégico para Gipuzkoa, que reclama una concertación de esfuerzos presupuestarios entre el Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Gipuzkoa. Un acuerdo de cofinanciación entre ambas instituciones es la única alternativa viable que puede garantizar la realización del proyecto. Un modelo semejante de financiación es el que ha propiciado la materialización del Metro en Bilbao y es el que procede articular también en el caso guipuzcoano a fin de sacar adelante tan ambicioso proyecto. La culminación de la red principal de carreteras de Gipuzkoa abre ahora la puerta a la necesidad irrenunciable de acometer la vertebración definitiva del mapa ferroviario en el territorio con la finalización de las obras de Alta Velocidad y la ejecución del proyecto de Metro para Donostialdea y su conexión con el corredor Irun-Hondarribia-Eibar. Ahora lo que se necesita es proceder lo antes posible a la firma entre Gobierno asco y Diputación de un convenio que catalogue con precisión las diferentes actuaciones contempladas en el proyecto y los compromisos para su cofinanciación. Parece razonable esperar que la fórmula más adecuada no difiera del esquema financiero aplicado para la construcción del Metro de Bilbao, en el que el Gobierno Vasco y la Diputación asumen a partes iguales la financiación del proyecto, sin que este compromiso alcance a los municipios por los que discurre el trazado.
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