martes, 3 de agosto de 2010

Barcelona-Manresa-Lleida, una línea de tren que desespera a usuarios y alcaldes

Los alcaldes de Manresa y Mollerussa denuncian que el servicio tiene deficiencias y no sirve para los que se desplazan entre Barcelona y Lleida
 La línea de tren que une Barcelona con Lleida pasando por Manresa desespera tanto a sus usuarios como a los alcaldes de las poblaciones por donde discurre el trayecto. Los alcaldes de Manresa y Mollerussa, Josep Camprubí y Teresa Ginestà, denuncian que el servicio tiene deficiencias y no sirve para los ciudadanos que quieren desplazarse a la capital catalana o en la del Segrià. Actualmente, se tiene que hacer un trasbordo en autocar de Manresa a Calaf y el tren ya no llega al centro de Barcelona sino que su trayecto finaliza en Sant Andreu Arenal. Además, el tramo en obras aún está pendiente de licitación a la empresa que lo debería arreglar.
La línea continúa funcionando al mismo ritmo que hace 151 años, cuando se inauguró. De Barcelona a Manresa, el trayecto dura los mismos ochenta minutos que cuando nació y de Manresa a Lleida los usuarios deben hacer un tramo en autocar para llegar a su lugar de destino.

Según ha asegurado el alcalde de ManresaJosep Camprubí, "los responsables de Renfehan de plantearse qué quieren hacer con esta línea: convertirla en una opción turística y, por tanto, que no importe el tiempo; en un metro, con más frecuencia; o en una línea rápida". En todos los casos, dice, "es necesario empezar a hacer mejoras y exigir respuestas a sus responsables".

Los usuarios de la línea se muestran cansados cuando se les pregunta por el trayecto. Antes de tomar el autocar que le llevará de Manresa en Calaf, donde la línea está cortada, Joan aseguraba durante este mes de julio que le cansan "las numerosas deficiencias de esta línea". Otro pasajero, Benedicto, afirma que el trayecto es "largo y pesado" y, además, se suma "los numerosos transbordos que debemos hacer para llegar al lugar de destino".

Pronto hará un año de la fecha que el Ministerio de Fomento dio para que acabaran las obras del tramo Calaf-Manresa. Las obras, que deberían haber finalizado el 15 de noviembre de 2009, aún no han finalizado y, de hecho, todavía no lo podrán hacer a causa del robo de más de 30 km de catenaria nueva que hubo el mes de mayo y que obliga al ministerio, que es el responsable del conjunto de las reformas, a volver a hacer el proceso administrativo para adjudicar esta obra. El elevado coste del material sumado al hecho de colocarse lo ha comportado volver a abrir un proceso público para adjudicar parte del proyecto.

Adif ha confirmado que ya ha abierto dos concursos para adjudicar las obras. Uno para el restablecimiento y mejoras de la catenaria y otro para la adecuación de las instalaciones de telecomunicaciones, que hace referencia a las señales, semáforos, etc. Según un portavoz de Adif, "ya se han empezado a recibir propuestas de empresas dispuestas a hacer las obras, que una vez se cierre el concurso deberán ser valoradas y después adjudicadas". La duración de todo este proceso, según Adif, "no se podrá estimar hasta que se adjudique la obra". El coste total de los trabajos es de 8 millones de euros, aproximadamente.

Ante este panorama, algunos usuarios se resignan a esperar el autocar bajo el paraguas para soportar mejor el calor. Otros, como Benito, se quejan porque tardarán más de cinco horas para llegar hasta casa. Según el alcalde de Manresa, hacen falta acciones para poner punto final a los constantes problemas con los que se encuentran los usuarios: "si los responsables tienen que controlar mejor el material, que lo hagan".

La línea 4 de Cercanías
Al alcalde también le preocupa la línea 4 de Cercanías que une Manresa con Barcelona y donde los problemas son "constantes": la lentitud del tren, que tarda en hacer el trayecto el mismo tiempo que cuando se inauguró la línea, hace 151 años, y la "deficiencia del servicio" que obliga a los pasajeros a detenerse en Sant Andreu Arenal y coger un autobús o el metro para desplazarse hasta el centro de Barcelona, asegura Camprubí.

De hecho, las líneas entre Barcelona y Manresa del servicio de Cercanías de Renfe han visto reducido el 15% el número de pasajeros en los últimos meses, desde que comenzaron los cortes entre las estaciones de Sant Andreu Arenal y Arc de Triomf de Barcelona como consecuencia de las obras de construcción del intercambiador de la Sagrera, que debe servir para adecuar esta estación en la conexión del TAV entre Barcelona y Figueres.

Camprubí exige celeridad a los responsables y lamenta que "este país se preocupa mucho más los problemas que afectan al área metropolitana que los que afectan a las comarcas". "La sostenibilidad tiene un coste", dice, "y si se quiere un país sostenible han de conseguir unos medios para serlo".

La PTP critica la falta de información pero confía en la viabilidad de la línea de Manresa
La Asociación para la Promoción del Transporte Público (PTP) en las tierras de Lleida ha denunciado también recientemente el estado en que se encuentra el corredor ferroviario que une Lleida y Barcelona por la Catalunya interior. Una de las portavoces, Teresa Español, critica que desde Fomento no se informe directamente a los usuarios de la línea sobre el estado de las obras y cuando se podrá volver a hacer el trayecto íntegramente en tren.

En este sentido, destaca la importancia del corredor ferroviario dado que es el único que conecta las comarcas de Ponent con la Catalunya interior y señala que el retraso en las obras es una muestra más del poco interés que tienen este tipo de líneas por las administraciones públicas.

Español apunta, además, que si los usuarios reivindicaran sus derechos y pusieran de manifiesto la problemática de la línea se podría disminuir en una hora la duración actual del viaje, ya que las obras de remodelación que se han hecho en los últimos años permiten aumentar la velocidad de los convoyes que, actualmente, con 35 kilómetros por hora, es la más baja de toda Catalunya.

Desde la PTP se denuncia que todos estos inconvenientes van en detrimento del uso de esta infraestructura de manera que cada vez hay más gente que opta por utilizar el vehículo privado, o que sólo sea utilizada por personas que económicamente no tengan ningún Otra opción de movilidad.

Los alcaldes de Poniente, con la vista puesta en el futuro Eje Transversal Ferroviario
Por su parte, la alcaldesa de Mollerussa, una capital de comarca de Poniente por donde pasa esta línea, Teresa Ginestà (PSC), ha asegurado que no es verdad que los alcaldes la den por perdida, sino todo lo contrario, porque se está viendo como la Administración está invirtiendo en la línea y, además, Fomento ya ha dicho que sacará una nueva licitación para sustituir el material robado.

Ginestà, sin embargo, reconoce que al ser una "gran obra" no será rápida su finalización, por lo que de momento los ciudadanos se tendrán que conformar en sacarle rentabilidad en su sentido Lleida, utilizando la línea como un tren de cercanías. Hoy en día, prácticamente ningún usuario utiliza este tren para ir a Barcelona dado que la duración del trayecto asciende a casi cuatro horas. Por eso, son muchos los viajeros de Mollerussa, Tàrrega o Cervera que utilizan el servicio para ir hasta Lleida y luego coger un TGV hasta la capital catalana.

A pesar de todo, desde las instituciones de Ponent la única esperanza para mejorar la conexión en tren con la Catalunya central es la construcción del Eje Transversal Ferroviario, un proyecto que se vislumbra a muy largo plazo. Este eje está previsto que una las comarcas de Lleida con las de Girona desde el aeropuerto de Alguaire (Segrià) pasando por las comarcas centrales.

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