
El 5 de mayo del 2009, en la Casa de Nariño, se firmó un memorando entre Alcaldía, Nación y Gobernación para impulsar los proyectos.
Los vagones ya no arrancarán en el portal de las Américas, en el sur, sino en San Victorino, en el centro, e irán hasta la calle 170, en una primera fase del proyecto.
La primera línea del Metro de Bogotá, que originalmente comenzaba en el portal de las Américas, en el suroccidente, y finalizaba en la calle 127 con Novena, en el norte de la capital del país, tendrá cambios en las próximas semanas, cuando se espera la firma de un acuerdo ya consensuado entre la Nación y la Alcaldía para darle vía libre a esa megaobra.
En el nuevo trazado, los vagones iniciarán su recorrido en San Victorino, en pleno corazón de la ciudad, y tomarán el norte, por las carreras 11 y 13, hasta culminar -en primer lugar- en la calle 127 con Novena. Todo ese tramo será subterráneo.
Luego, ya sobre la superficie y aprovechando el corredor férreo existente a lo largo de la Novena, el Metro continuará desde la 127 y terminará en la calle 170, una zona de alto crecimiento poblacional.
Estos ajustes fueron conocidos por EL TIEMPO a través de fuentes oficiales, que explicaron que se trata de una "primera fase inaplazable" del proyecto del alcalde Samuel Moreno.
Reunión y Tren de Cercanías
Las modificaciones surgieron luego de reuniones entre el Distrito, Planeación Nacional y los expertos de las universidades Nacional y Andes, que -desde el año pasado- hacen observaciones a los diseños del consorcio español Sener-Transporte Metropolitano de Barcelona (TMB).
Pero no sólo eso. Además de estos cambios, el documento Conpes que alista la Nación no será para financiar el Metro exclusivamente. Allí también quedarán el Tren de Cercanías, que impulsa el gobernador de Cundinamarca, Andrés González, y tres troncales más de TransMilenio, que, tentativamente, serían las de la Boyacá, la 68 y la avenida Primero de Mayo.
El Tren de Cercanías también sufrirá modificaciones. Pese a que los diseños de la firma Concol establecían que el sistema, en el occidente, saldría de Facatativá e iría hasta la carrera 30 de Bogotá, ese recorrido se recortó. Ahora, partirá de Facatativá y llegará hasta la Ciudad de Cali, en Fontibón, cerca de Hayuelos, donde se planea una plataforma para integrarlo con la troncal de TransMilenio de la 26.
Para los expertos, se trata de una solución mixta de transporte público que entrará a combatir los graves problemas de movilidad de la capital y de la región. Si no hay cambios de última hora, este acuerdo sería firmado por las partes, que discuten y hacen los últimos ajustes.
La realidad financiera
Esta salida, igualmente, cumple con una solicitud hecha por el presidente Álvaro Uribe, quien sugirió hacer lo posible para que se sacaran adelante los tres sistemas de transporte masivo y, así, no se sacrificara a ninguno. Por ahora, el proyecto del Soachacable no está claro dentro del Conpes, pues su financiación por parte de la Nación sigue en el limbo.
En repetidas ocasiones, Uribe ha dado su palabra para que este Conpes por la movilidad regional sea expedido antes del próximo 31 de mayo.
Su importancia radica en que la Nación puede financiar hasta el 70 por ciento de las obras, y tanto Bogotá como Cundinamarca aportarían el 30 por ciento restante, en cada caso. Por esa razón, en las reuniones para debatir la propuesta que se conoce ahora, la Alcaldía y la Gobernación pusieron sobre la mesa cuáles eran las prioridades en cada una de sus iniciativas de transporte público.
Realizados los cambios, lo que se buscó en últimas, para decirlo en términos coloquiales, fue darles "gusto a todos" y así fue. Además, hacer que los programas fueran financiables con las vigencias futuras que autorizará la Nación a partir del 2017 y que, según el director de Planeación Nacional, Esteban Piedrahíta, podrían ser de 250 mil millones de pesos anuales, por tiempo ilimitado.
El viernes, la Alcaldía respondió igualmente un compendio de más de 30 interrogantes planteados por la Nacional y los Andes.
Ellos se habían reunido a puerta cerrada el 3, 5 y 8 de marzo para formular un banco de inquietudes, en un procedimiento que contó con la participación y la garantía de dos "árbitros" del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), procedentes de Washington.
Según trascendió, el Distrito contestó inquietudes técnicas y financieras a los estudios de Sener-TMB, y algunas de las cuales fueron reveladas por este diario el pasado jueves, tras acceder a dos informes de la U. Nacional.
Con estos nuevos mapas, lo que viene en estos días será definitivo. Habrá unas mesas de trabajo para hablar del presupuesto que tendrá cada uno de estos proyectos para llevarlos del papel a la realidad.
En el nuevo trazado, los vagones iniciarán su recorrido en San Victorino, en pleno corazón de la ciudad, y tomarán el norte, por las carreras 11 y 13, hasta culminar -en primer lugar- en la calle 127 con Novena. Todo ese tramo será subterráneo.
Luego, ya sobre la superficie y aprovechando el corredor férreo existente a lo largo de la Novena, el Metro continuará desde la 127 y terminará en la calle 170, una zona de alto crecimiento poblacional.
Estos ajustes fueron conocidos por EL TIEMPO a través de fuentes oficiales, que explicaron que se trata de una "primera fase inaplazable" del proyecto del alcalde Samuel Moreno.
Reunión y Tren de Cercanías
Las modificaciones surgieron luego de reuniones entre el Distrito, Planeación Nacional y los expertos de las universidades Nacional y Andes, que -desde el año pasado- hacen observaciones a los diseños del consorcio español Sener-Transporte Metropolitano de Barcelona (TMB).
Pero no sólo eso. Además de estos cambios, el documento Conpes que alista la Nación no será para financiar el Metro exclusivamente. Allí también quedarán el Tren de Cercanías, que impulsa el gobernador de Cundinamarca, Andrés González, y tres troncales más de TransMilenio, que, tentativamente, serían las de la Boyacá, la 68 y la avenida Primero de Mayo.
El Tren de Cercanías también sufrirá modificaciones. Pese a que los diseños de la firma Concol establecían que el sistema, en el occidente, saldría de Facatativá e iría hasta la carrera 30 de Bogotá, ese recorrido se recortó. Ahora, partirá de Facatativá y llegará hasta la Ciudad de Cali, en Fontibón, cerca de Hayuelos, donde se planea una plataforma para integrarlo con la troncal de TransMilenio de la 26.
Para los expertos, se trata de una solución mixta de transporte público que entrará a combatir los graves problemas de movilidad de la capital y de la región. Si no hay cambios de última hora, este acuerdo sería firmado por las partes, que discuten y hacen los últimos ajustes.
La realidad financiera
Esta salida, igualmente, cumple con una solicitud hecha por el presidente Álvaro Uribe, quien sugirió hacer lo posible para que se sacaran adelante los tres sistemas de transporte masivo y, así, no se sacrificara a ninguno. Por ahora, el proyecto del Soachacable no está claro dentro del Conpes, pues su financiación por parte de la Nación sigue en el limbo.
En repetidas ocasiones, Uribe ha dado su palabra para que este Conpes por la movilidad regional sea expedido antes del próximo 31 de mayo.
Su importancia radica en que la Nación puede financiar hasta el 70 por ciento de las obras, y tanto Bogotá como Cundinamarca aportarían el 30 por ciento restante, en cada caso. Por esa razón, en las reuniones para debatir la propuesta que se conoce ahora, la Alcaldía y la Gobernación pusieron sobre la mesa cuáles eran las prioridades en cada una de sus iniciativas de transporte público.
Realizados los cambios, lo que se buscó en últimas, para decirlo en términos coloquiales, fue darles "gusto a todos" y así fue. Además, hacer que los programas fueran financiables con las vigencias futuras que autorizará la Nación a partir del 2017 y que, según el director de Planeación Nacional, Esteban Piedrahíta, podrían ser de 250 mil millones de pesos anuales, por tiempo ilimitado.
El viernes, la Alcaldía respondió igualmente un compendio de más de 30 interrogantes planteados por la Nacional y los Andes.
Ellos se habían reunido a puerta cerrada el 3, 5 y 8 de marzo para formular un banco de inquietudes, en un procedimiento que contó con la participación y la garantía de dos "árbitros" del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), procedentes de Washington.
Según trascendió, el Distrito contestó inquietudes técnicas y financieras a los estudios de Sener-TMB, y algunas de las cuales fueron reveladas por este diario el pasado jueves, tras acceder a dos informes de la U. Nacional.
Con estos nuevos mapas, lo que viene en estos días será definitivo. Habrá unas mesas de trabajo para hablar del presupuesto que tendrá cada uno de estos proyectos para llevarlos del papel a la realidad.
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