¿Quién dice que la crisis no afecta a los transportes? ¿Quién dijo que ser autónomo era fácil? La experiencia ha demostrado que la situación económica de los últimos años ha complicado de forma severa el trabajo diario de los taxistas. Además de tener que lidiar a diario con los problemas arquitectónicos de la ciudad de Almería, también tienen que hacer encaje de bolillo y muchas horas extras para poder ganar un jornal medianamente digno. Tanto es así que, como aseguraron algunos autónomos del sector, como el presidente de la Asociación Teletaxi, Carlos Méndez, "la crisis ha afectado y mucho a todos los compañeros, que hemos visto cómo en poco tiempo las cifras de recaudación han caído hasta un 40%".
Como explicó a Diario de Almería, "para poder ganar apenas unos 70 euros al día hay que estar en la calle una media de 12 horas, pero a esto hay que restarle los gastos de combustible, seguros, reparaciones, etc. Aunque depende del día, porque el trabajo del taxi es como un juego de azar en el que no se puede tener ninguna previsión".
En esta línea coinciden la mayoría de los trabajadores, quienes aseguran que si se está en la calle una media de 8 horas diarias, más de tres pueden ser de parón, es decir, "de estar de brazos cruzados esperando a que entre algún servicio o llame algún cliente, lo que se traduce en pérdidas".
Sin embargo, la crisis no ha hecho que se reduzca el número de taxis en la capital, como ha ocurrido en otras provincias andaluzas. Pero los taxistas sí aplican rebajas en tiempos difíciles. Almería sí coincide con el resto en la caída del precio de las licencias, que en menos de tres años han experimentado una merma de unos 60.000 euros aproximadamente. Se ha pasado, como por ejemplo en Málaga, de vender a un precio de 180.000 euros, a 120.000 euros.
Sin duda, uno de los principales problemas de los que adolece el sector en la capital almeriense es el intrusismo, por el que tanto Teletaxi como Radiotaxi, ésta última con Antonio García como presidente, han luchado para conseguir erradicarlo. Es una tarea difícil.
Antonio García aseguró a este periódico que una de sus metas desde que entró a formar parte de la directiva de la asociación es "seguir trabajando para alcanzar que los autónomos del taxi tengan cada vez mejor calidad en su puesto laboral, haciendo hincapié en cuestiones como la seguridad, la igualdad de condiciones y la buena convivencia entre los autónomos".
La labor de estos dos portavoces de los taxistas de Almería ha sido imprescindible para que tanto trabajadores como usuarios valoren cada vez mejor el servicio público que presta el sector en la provincia.
Dificultades con el tráfico y la lentitud a la hora de circular, el aumento de autoescuelas en la capital, la deficiente señalización de calles, el amplio abanico de obras, la anulación de determinadas paradas en la ciudad y controversias con una veintena de licencias con los autónomos del Bajo Andarax, son otros problemas que han hecho a los taxistas entrar en "un laberinto" que en ocasiones parece no tener salida.
A pesar de todo, el Ayuntamiento de Almería y la Junta de Andalucía se mantienen firmes en su convicción de que "se está trabajando para solucionar las deficiencias" y son conscientes del camino que aún queda por recorrer en este sentido, así como en otros como por ejemplo la cuestión de la seguridad y la piratería.
Como explicó a Diario de Almería, "para poder ganar apenas unos 70 euros al día hay que estar en la calle una media de 12 horas, pero a esto hay que restarle los gastos de combustible, seguros, reparaciones, etc. Aunque depende del día, porque el trabajo del taxi es como un juego de azar en el que no se puede tener ninguna previsión".
En esta línea coinciden la mayoría de los trabajadores, quienes aseguran que si se está en la calle una media de 8 horas diarias, más de tres pueden ser de parón, es decir, "de estar de brazos cruzados esperando a que entre algún servicio o llame algún cliente, lo que se traduce en pérdidas".
Sin embargo, la crisis no ha hecho que se reduzca el número de taxis en la capital, como ha ocurrido en otras provincias andaluzas. Pero los taxistas sí aplican rebajas en tiempos difíciles. Almería sí coincide con el resto en la caída del precio de las licencias, que en menos de tres años han experimentado una merma de unos 60.000 euros aproximadamente. Se ha pasado, como por ejemplo en Málaga, de vender a un precio de 180.000 euros, a 120.000 euros.
Sin duda, uno de los principales problemas de los que adolece el sector en la capital almeriense es el intrusismo, por el que tanto Teletaxi como Radiotaxi, ésta última con Antonio García como presidente, han luchado para conseguir erradicarlo. Es una tarea difícil.
Antonio García aseguró a este periódico que una de sus metas desde que entró a formar parte de la directiva de la asociación es "seguir trabajando para alcanzar que los autónomos del taxi tengan cada vez mejor calidad en su puesto laboral, haciendo hincapié en cuestiones como la seguridad, la igualdad de condiciones y la buena convivencia entre los autónomos".
La labor de estos dos portavoces de los taxistas de Almería ha sido imprescindible para que tanto trabajadores como usuarios valoren cada vez mejor el servicio público que presta el sector en la provincia.
Dificultades con el tráfico y la lentitud a la hora de circular, el aumento de autoescuelas en la capital, la deficiente señalización de calles, el amplio abanico de obras, la anulación de determinadas paradas en la ciudad y controversias con una veintena de licencias con los autónomos del Bajo Andarax, son otros problemas que han hecho a los taxistas entrar en "un laberinto" que en ocasiones parece no tener salida.
A pesar de todo, el Ayuntamiento de Almería y la Junta de Andalucía se mantienen firmes en su convicción de que "se está trabajando para solucionar las deficiencias" y son conscientes del camino que aún queda por recorrer en este sentido, así como en otros como por ejemplo la cuestión de la seguridad y la piratería.
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