La detonación dejó un cráter de casi un metro y obligó a suspender por cinco horas la circulación por la zona afectada, mientras el Servicio Federal de Seguridad, la policía y la fiscalía investigan si se trata de una acción terrorista.
Por el momento, la opción de una ataque terrorista se considera la menos probable, consideró el vocero del Comité de Ingestación de la Fiscalía General, Vladmir Markin.
A juzgar por la actuación los implicados, el objetivo más bien parecía llamar la atención de los medios de prensa, consideró Markin, al referirse al incidente. Se calcula que los autores de la detonación emplearon cerca de 410 gramos de trilita.
El estallido ocurrió cerca de la estación Leninski Prospect, en la zona sur de la norteña ciudad de San Petersburgo.
Una explosión a finales de noviembre pasado en el tramo ferroviario entre esta capital y San Petersburgo dejó al menos 28 muertos y 90 heridos entre los pasajeros del Nevski Express.
Tras esa acción, el estado ruso prometió organizar un sistema de protección de las líneas de ferrocarriles.
Con anterioridad, el Nevski Express fue víctima de otra acción violenta, el 13 de agosto de 2007.
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