jueves, 21 de enero de 2010

Renfe comprará trenes grandes para ofrecer un AVE de bajo coste




• El ferrocarril cierra el 2009 batiendo al avión en el corredor entre Barcelona y Madrid

• En cada unidad cabrán más de 1.000 personas y se usarán en la línea a Perpinyà

Un convoy del AVE Barcelona-Madrid, el pasado martes. Foto: danny caminal
Un convoy del AVE Barcelona-Madrid, el pasado martes. Foto: danny caminal
CRISTINA BUESA
MADRID
Es rápido y cómodo. No obstante, no todo el mundo está dispuesto a desembolsar ciertas cantidades para coger un tren. Conscientes de que uno de los principales inconvenientes del AVE frente al avión es el precio, Renfe ha decidido cambiar el chip. Con el estreno de la futura línea Barcelona-Figueres-Perpinyà se pondrán en servicio trenes «de bajo coste», es decir, servicios con las mismas prestaciones que los actuales, pero en los que los billetes serán mucho más económicos. La gran revolución llegará en el 2012.
¿Y cómo lo harán? Comprando unidades de gran capacidad en las que podrían viajar más de 1.000 personas. Actualmente, el máximo es de 800, pero lo habitual son los convoyes de entre 300 y 400. Sin ocultar su emoción, el director general de AVE y Larga Distancia de Renfe, Abelardo Carrillo, desgranó ayer en Madrid cómo van a lograr esa rebaja en el importe de los asientos. La web de la compañía publicará hoy el inicio del concurso para construir 10 nuevos trenes, con un presupuesto de 270 millones de euros, que tendrían que estar listos cuando finalicen las obras de la alta velocidad entre la capital catalana y Figueres. La principal dificultad de los trabajos se centra en perforar los túneles de Barcelona y Girona. Si las previsiones del Ministerio de Fomento se cumplen, quedan dos años para el estreno.

HASTA PARÍS / La empresa ferroviaria pone tres condiciones. Una, que puedan circular a 300 kilómetros por hora. Dos, que sean interoperables, es decir, que puedan funcionar a la vez con los voltajes de la red española y francesa. De este modo, los servicios podrían seguir hasta París si así se decidiera. Actualmente Renfe negocia con su homónima francesa, la SNCF, para explotar conjuntamente ciertos tramos. Y la tercera petición es que en los trenes quepan más de 500 pasajeros. Esto, a la práctica, supone que un servicio pensado en doble composición, con dos AVE juntos, alcanzaría el millar de clientes.
Carrillo habló de «AVE social». De «ampliar el espectro social». De acercarse al público «que prima el precio por delante de otros asuntos». En definitiva, la compañía ha aceptado que las tarifas promocionales que tiene no son suficientes para ganar la batalla de precios al avión. Y eso que el 2009 no les fue mal y ganaron por muy poco: el transporte ferroviario logró una cuota del 50,4% de los pasajeros del corredor entre Barcelona y Madrid. Cuando falta un mes para el segundo cumpleaños del trazado entre las dos capitales, la batalla entre el AVE y el avión está más abierta que nunca.

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