jueves, 21 de enero de 2010

LEON. ¿Dónde está la «31»?


La locomotora más emblemática de la MSP, propiedad de la Junta y llamada a conducir el anhelado tren turístico Ponferrada-Villablino, desaparece sin dejar rastro de la estación de Cubillos



La 31 es la joya de la colección de locomotoras de la MSP De la Mata
¿Alguien ha visto una Maffei de 1913 fabricada en Alemania, negra como el carbón, y de cuarenta toneladas de peso? La respuesta debería tenerla algún responsable de la Junta de Castilla y León, propietaria de la locomotora de vapor más emblemática del antiguo ferrocarril de la MSP Ponferrada-Villablino, y bautizada con el número 31. Por ahora la pregunta se la hacen sólo los amigos y amantes de las máquinas de la Minero, tras constatar que la popular 31 ha desaparecido sin dejar rastro -"al menos desde principios de año-" de su base en la estación de Cubillos del Sil.
Ni oficial ni extraoficialmente han obtenido explicación sobre la extraña «desaparición» de la joya del patrimonio ferroviario berciano, concebida además como figura motriz del anhelado tren turístico entre Cubillos y la capital de Laciana.

Misterios por resolver. El proyecto, siempre marginado de los planes de ayuda para la cuencas mineras frente a otros de más dudosa viabilidad y atractivo público, se encuentra ahora algo más lejano aún, al menos desde el punta de vista físico. Mutismo institucional al margen, nadie se explica por qué o a dónde puede haber sido transportada la 31. Básicamente porque la locomotora ya fue restaurada hace ocho años para que pudiera entrar de nuevo en funcionamiento si se precisara -"en su rehabilitación se invirtieron casi 250.000 euros-". Y porque si se tratara de buscarle un nuevo refugio, lo más lógico es que la Junta hubiese dirigido su mirada hacia los hangares del Museo del Ferrocarril de Ponferrada donde se exhiben algunos otros de los tesoros de vapor de la MSP durante sus años más gloriosos.
La 31 posee además de su intrínseco valor industrial, un alto valor sentimental y popular. Fue la máquina que durante décadas tiró del popular Correo que cubría la línea entre la capital del Bierzo y Villablino, convirtiéndose en el gran medio de comunicación a lo largo de una línea de 62 kilómetros jalonada por cerca de una veintena de apeaderos y estaciones en la cuenca del Sil.
Marino Castro, uno de los pocos maquinistas que sigue siendo historia viva del Ponfeblino, no da crédito a la desaparición de la portentosa Maffei, adquirida en su día por la MSP al ferrocarril vasco de Plazaola por 268.000 pesetas de la época. «Es una vergüenza que se la hayan llevado sin decir nada», truena el ferroviario después de no haber conseguido nada con sus indagaciones personales y tras haber presentado un escrito oficial en la delegación de la Junta de Castilla y León en Ponferrada para exigir información sobre su paradero.

No hay comentarios: