Siete años después, el Transcantábrico llegará y saldrá de Donostia
Con 45 minutos de retraso sobre la hora prevista, el Transcantábrico llegó ayer a San Sebastián para convertir a la capital guipuzcoana, siete años después, en cabecera y final de ruta de este tren turístico de lujo que recorre la costa cantábrica hasta Santiago de Compostela.
A las 17.36 horas y bajo una intensa lluvia, el ferrocarril de lujo entró en la estación donostiarra de Easo. Sus 250 metros de largo y sus 19 vagones con capacidad para 54 pasajeros llamaron la atención de los habituales usuarios de Euskotren. Y no era para menos, porque la estación donostiarra tuvo que instalar un andén adicional para poder permitir la subida y bajada de los pasajeros.
En la estación esperaba el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, quien recibió al consejero de Vivienda, Obras Públicas y Transportes, Iñaki Arriola, y al presidente de Feve, Ángel Villalba. Todos celebraron que Donostia vuelva a estar dentro de la ruta de «uno de los trenes más bellos de vía estrecha» y que, en su opinión, reforzará el turismo en la capital guipuzcoana.
Pese a ser creado en 1983 por un grupo de profesionales de Feve con la idea de «recrear el ambiente nostálgico de los viajes en tren», el buque insignia turístico sigue manteniéndose en perfectas condiciones. Sus cambios para modernizarse a los tiempos no le han hecho perder ni un ápice de su aroma de antaño.
El Transcantábrico es un hotel sobre raíles; pero un hotel de lujo, de cinco estrellas. En sus habitaciones no falta ningún detalle: caja fuerte, minibar, ducha con sauna e hidromasaje, teléfono, conexión Wifi, climatizador... Además de contar con una extraordinaria cama sobre la que reposan dos albornoces y dos pares de zapatillas. Todo para que el pasajero se sienta como en casa y que además «no tendrá problemas para dormir por el movimiento del tren, puesto que por la noche el ferrocarril descansa en la estación que toque de su recorrido».
En los amplios salones del tren los turistas tienen a su disposición libros, periódicos y revistas, además de contar con un vagón que, por la noche, se convierte en una auténtica pista de baile con música en directo.
Pero además de estos servicios, el principal objetivo de este recorrido es disfrutar de los atractivos de la costa cantábrica. Para ello, los ocho días de viaje están organizados con diferentes excursiones, paradas y comidas en los mejores restaurantes de la zona.
Primavera de 2010
La temporada regular del Transcantábrico comenzará en la primavera del año que viene, pero hoy partirá por primera vez desde Donostia con motivo de un viaje chárter. El precio por persona para participar en uno de estos viajes es de 2.600 euros, un importe tal vez algo elevado para los tiempos que corren.
Pero todo el que quiera saber más sobre la historia y recorrido de este ferrocarril, no tiene más que acercarse a la plaza Easo de Donostia donde está instalada, hasta el 30 de diciembre, una exposición sobre este tren de lujo.
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