Y se desarmó el taxi-belén

El taxista-navideño se ha visto obligado a retirar el belén después de que el Ayuntamiento se negara a quitarle las multas

Y se desarmó el taxi-belén  

ALBERTO CASTELLANO DÍAZ Las navidades de 2009 serán recordadas por Antonio Sánchez Suárez, más conocido como el 'taxista-navideño', como las más tristes de su vida. Después de pasarse 26 años vistiéndose de Papa Noel, y dos construyendo un Belén en su vehículo, las multas de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria han podido con su espíritu navideño y ayer decidió acabar con la tradición.
Si ya el pasado año los problemas surgieron y el concejal de Seguridad Ciudadana, Jesús González Dumpiérrez, tuvo que indultar al taxista y permitió que circulara por la ciudad con el nacimiento en el salpicadero. En esta ocasión, Dumpiérrez ha asegurado a Antonio que nada puede hacer y que tendrá que hacer frente a las multas que le impongan los agentes por anunciar la navidad en su vehículo, a pesar de contar con el pertinente permiso, aunque no en vigor.
Muchas horas le ha costado adornar este 'museo' a la Navidad a este taxista y toda su familia. Horas para posteriormente repartir ilusión a los clientes que cada día se subían y se alegraban al ver el taxi más peculiar de la capital. Con ganas cogía Antonio esta Navidad, ya que esperaba no tener los problemas que surgieron el pasado año. Por ello, lo preparó todo a conciencia para sorprender a propios y extraños, y salió a la calle anunciando las fiestas en pleno noviembre.
Pero, esta alegría se vino abajo el pasado lunes, cuando un agente le impuso dos multas por llevar anuncios en el exterior y figuras en el habitáculo. A pesar de ello, esperaba que su visita a Dumpiérrez, acompañado por el espíritu navideño, ablandara el corazón del edil y éste le volviera a conceder el indulto. Pero no pudo ser.
Ahora, comienza una nueva etapa para Antonio. Anoche decidió cortarse el largo pelo y la poblada barba rubia que se había dejado y teñido para convertirse en el primer Papa Noel tirado por caballos de potencia, y empezó a retirar los adornos del vehículo al sentirse "cansado" de la persecución que, según él, tiene la policía contra él.
A partir de hoy, aquellos que se suban en el taxi con la licencia 1.310 no podrán apreciar el pesebre con Jesús, María y José, acompañados de la mula y el buey. Ni tampoco a los tres Reyes Magos volando por el techo del vehículo. Y, mucho menos, el anuncio que le da la bienvenida al 'taxi-navideño de la capital grancanaria. Sin embargo, Antonio Sánchez asegura que mantendrá los villancicos y que continuará regalando caramelos.