El dueño es un médico que viajaba junto al agente y olvidó la bolsa al bajar en Playa de San Juan
Un guardia civil que estaba fuera de servicio se encontró una mochila con 30.000 euros en su interior cuando se dirigía a su domicilio en el tranvía. La bolsa con el dinero se la había dejado olvidada el pasajero que viajaba en el asiento contiguo y que abandonó el tranvía a la altura de Playa de San Juan de Alicante, según informó ayer en un comunicado la Comandancia de Alicante.Los hechos ocurrieron el pasado lunes cuando el agente volvía de trabajar en la Comandancia de Alicante y se dirigía en el Tram a su casa en El Campello. En el asiento contiguo viajaba un desconocido con una mochila.
Al bajarse sobre las 14.00 horas en una parada en Playa de San Juan se dejó olvidado el "paquete". El guardia civil no dudó en levantarse y tratar de avisar de su descuido al pasajero que acababa de abandonar el convoy, pero no tuvo éxito y el tranvía prosiguió el viaje con la mochila, que le deparó una gran sorpresa.
El agente se dirigió al interventor para informarle de la pérdida y al abrir la bolsa encontraron 30.000 euros en metálico, es decir cinco millones de las antiguas pesetas.
Ante tal descubrimiento, el agente se identificó como guardia civil y se hizo cargo de la mochila, instruyéndose las correspondientes diligencias ante un hallazgo de tal calibre al mismo tiempo que realizaba las gestiones pertinentes para identificar y localizar el legítimo propietario.
Reacción inmediata
Esa misma mañana, el dueño de la mochila, que también reside en El Campello y al parecer es médico, se dirigió a Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) tras darse cuenta de su fatal descuido. Si nadie abría la mochila quedaban esperanzas de recuperarla, pero si alguien descubría su contenido sólo un buen samaritano podría evitarle perder 30.000 euros.
El personal de FGV le informó para su alegría que la mochila había sido encontrada por un agente del instituto armado y que se hallaba en el cuartel de El Campello, hasta donde se desplazó inmediatamente para recuperar su bolsa extraviada. Fue como si le tocara la lotería, según explicaron desde la Guardia Civil.
¿Qué habría pasado si en lugar de este agente fuera de servicio la mochila la hubiera encontrado otra persona? Es imposible saberlo. Lo que está claro es que este viajero olvidadizo tiene desde el lunes un ángel de la guarda a caballo entre Alican?te y El Campello.
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