lunes, 16 de noviembre de 2009

La transversal L-9 y 5 finales de línea 'coserán' la red del metro




• Un total de 20 estaciones de las 52 de la nueva ruta serán intercambiadores
• Alargar la L-2, L-3, L-4 y L-5 con tramos cortos hasta un cruce multiplica la eficacia


Obras de la nueva estación de la L-4 que se usará inicialmente para la L-9, en el cruce Felip II-Meridiana, ayer. Foto: ELISENDA PONS
Obras de la nueva estación de la L-4 que se usará inicialmente para la L-9, en el cruce Felip II-Meridiana, ayer. Foto: ELISENDA PONS
R. C.
BARCELONA
casi tanto como nuevos kilómetros de línea, lo que le falta al metro de Barcelona son muchos más puntos de conexión entre los recorridos ya existentes. Aumentar el número de estaciones en las que sea posible saltar con facilidad y rapidez de una ruta a otra e incluso del suburbano a otro modo de transporte como Cercanías, el tranvía o Ferrocarrils de la Generalitat disparará la eficacia del sistema. El trazado transversal de la kilométrica L-9 y las prolongaciones hasta nuevos cruces de los finales de línea de la L-2, L-3,
L-4 y L-5, acabados, en obras o en proyecto, tendrán un efecto multiplicador en el flujo de viajeros. En definitiva, coserán una red que ahora tiene muchos cabos sueltos.
En su largo camino de 47,8 kilómetros desde Santa Coloma y Badalona hasta L’Hospitalet, la Zona Franca, El Prat y la T-1 del aeropuerto, la L-9 se cruza con todos los recorridos de transporte público en funcionamiento. Serán en total 20 de las 52 estaciones las que crearán enlaces con otras rutas. Esta larga lista de intercambiadores y el propio trazado de la línea (que en realidad son dos, L-9 en el tronco central y L-10 en los ramales de Badalona y la Zona Franca) pasando por amplias zonas sin servicio de metro actuarán de poderoso incentivo en el conjunto del sistema, según prevén los técnicos.
El tramo de la L-3 abierto hace un año entre Canyelles y Trinitat Nova, donde enlaza con la L-4 y la L-11 ha sido el primer paso. A continuación vendrá, a finales del 2010, la difícil prolongación de la L-5 a partir de Horta y a través del Carmel y la Teixonera hasta enlazar en Vall d’Hebron con la L-3. Avanzado está igualmente el corto tramo de la L-2 que unirá Pep Ventura con Badalona Centre, donde en un futuro aún lejano llegará la L-1 ampliada desde Fondo, en Santa Coloma.

FALTA MEDIO KILÓMETRO / La L-4 de La Pau a la Sagrera será otro ejemplo cuando se complete el medio kilómetro que queda por perforar entre el actual final de línea junto al Besòs y la zona del Triangle Ferroviari a partir de donde ya está excavado el túnel hasta la Meridiana para poderlo usar temporalmente con el fin de abrir la L-9 mientras continúa la excavación de su largo y atrasado tramo central. El estudio informativo aprobado incluye la nueva estación de Santander.
La prolongación de la L-2 desde Sant Antoni hacia Montjuïc y la Zona Franca tiene este mismo carácter de alargar finales de línea en busca de más conexiones, a pesar de que el coste de esta obra sea mucho más elevado por su trazado y longitud. En este caso, la Generalitat tiene acabado el proyecto constructivo pero lo mantiene en un cajón a la espera de disponer de los recursos necesarios. Con las prolongaciones citadas más las de la L-3 hacia Sant Feliu y la L-1 hacia El Prat, la red ganará 81 kilómetros y 80 estaciones, 40 de ellas con enlaces con otras líneas.

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