lunes, 29 de junio de 2009

Los taxistas consumidores de gas natural reclaman más puntos suministradores


El Instituto Metropolitano del Taxi de Barcelona ha pedido a las empresas suministradoras de gas natural y de otros combustibles alternativos que agilicen la creación de puntos de suministro ya que actualmente sólo existen tres en el área metropolitana y la apertura de nuevos puntos está muy ralentizada.

El gerente del Instituto Metropolitano del Taxi, Miguel Ángel Martín, ha pedido en declaraciones a Efe la apertura de más puntos de suministro de gas natural y otros combustibles alternativos, como el gas licuado, biodiesel y de recarga eléctrica para los taxis que utilizan este sistema motor.

Martín ha explicado que debido a la importante promoción que se ha realizado en los últimos años de este combustible entre los taxistas existe una demanda creciente que no se corresponde con el número de puntos de carga.

Actualmente existen 107 taxis barceloneses que funcionan con biodiesel, 408 lo hacen con gas licuado, 106 son híbridos movidos por gasoil y electricidad y 15 funcionan únicamente con gas natural, mientras que 9.757 lo hacen con gasóleo.

Sin embargo, Lorenzo León, un taxista barcelonés que posee un vehículo movido por gas natural, destaca que "compensa su instalación porque el ahorro es de unos 2 euros cada 100 kilómetros" comparado con el sistema habitual de gasóleo.

León afirma: "el vehículo es tan silencioso que a veces no se si está en marcha" y el motor se desgasta mucho más lentamente, además del beneficio medioambiental que supone, pero ha remarcado la instalación de más puntos para repostar como la asignatura pendiente.

El taxista ha señalado que la falta de puntos de carga de gas supone que "si sales del área metropolitana, donde apenas hay puntos de recarga, tengas que funcionar con el sistema alternativo de gasóleo que tiene instalado el taxi".

El uso de gas natural en la automoción evita cada año la emisión de 23 toneladas de monóxido de carbono, 300 de nitrato óxido y 7.000 toneladas de dióxido de carbono, con un consumo anual equivalente al de 170.000 viviendas.

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