martes, 30 de junio de 2009

Las tarjetas sin contacto evitarán colas en el metro y el bus de BCN en el 2011


El chip activado por radio y recargable coexistirá durante un tiempo con la banda magnética actual
La validación será el triple de rápida con el nuevo sistema de lectura a distancia elegido por la ATM

 Una joven usa en Tarragona, anteayer, una tarjeta sin contacto como las que se implantarán en Barcelona. Foto: MONTSE RIERA
Una joven usa en Tarragona, anteayer, una tarjeta sin contacto como las que se implantarán en Barcelona. Foto: MONTSE RIERA
RAMON COMORERA
BARCELONA

El transporte público de la región de Barcelona está a las puertas de otra revolución tecnológica. Los actuales billetes con banda magnética tienen fecha de caducidad. La Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM), el consorcio que regula la tarifa integrada y sus operadores viarios o ferroviarios, ha elegido un nuevo método para validar los títulos de viaje que funciona por radio. Son tarjetas sin contacto que llevan un chip y evitan tener que introducirlas y retirarlas de las canceladoras. Esta lectura a distancia permitirá pasar las barreras del metro o subir al autobús con mucha mayor rapidez, lo que evitará las colas de las horas punta. TMB ha empezado a desarrollar ya el sistema para ponerlo en marcha en el 2011, una vez adaptadas todas las estaciones y también los vehículos.
La incorporación de los nuevos billetes en la red metropolitana será gradual y cada operador la realizará según sus características, con lo que al principio coexistirán los dos sistemas durante algún tiempo. Este cambio permitirá además añadir otras funciones al chip, desde la posibilidad de recargarlo hasta su utilización como tarjeta monedero o para modos de transporte no integrados como por ejemplo el Bicing.
Al margen de la mayor comodidad a la hora de acceder al metro o al autobús con solo acercar a menos de 10 centímetros el billete a la pantalla lectora, las tarjetas sin contacto tendrán un desgaste mucho menor y por tanto podrán usarse durante un largo periodo de tiempo.
DE SEIS SEGUNDOS A DOS / El operador que con gran diferencia transporta el mayor número de viajeros en Barcelona y su entorno, TMB, invertirá 18 millones de euros hasta el 2011 para realizar el cambio, según explica el vicepresidente ejecutivo Dídac Pestaña. Las demás empresas, Renfe, Ferrocarrils de la Generalitat, el tranvía y el conjunto de compañías de autobuses urbanos e interurbanos, seguirán su propio proceso de adaptación bajo la coordinación de la ATM.
El director de Información y Sistemas de TMB, Lluís García, destaca que con la tarjeta sin contacto los cinco o seis segundos que transcurren ahora durante la maniobra de introducir, imprimir la validación y recoger los billetes se convertirán en tan solo uno o dos. «Es un gran ahorro de tiempo que triplicará la velocidad de acceso al metro y acelerará la entrada en los andenes», afirma. Además, estas tarjetas inteligentes permitirán a los operadores realizar políticas tarifarias al detalle según el tipo de usuario y de servicio que vaya a usar.
El nuevo sistema aumentará asimismo la protección antifraude y el número de puntos de venta, distribución y recarga de títulos, simplificará la integración entre los distintos operadores y permitirá obtener datos más exactos sobre la demanda. Este incremento de la información sobre el conjunto de la red de transporte puede redundar, según los responsables de TMB, en la creación de nuevas medidas tarifarias o de gestión territorial o temporal de las líneas que impulsen la movilidad metropolitana.

HASTA 6 KB DE CAPACIDAD / La tecnología que acaba de elegir la ATM es la llamada Mifare (creada en 1994) pero en su última versión del 2007, la Desfire, que desarrolla la multinacional de la electrónica Philips. El chip de estas tarjetas puede tener actualmente una capacidad de almacenamiento de dos, cuatro o hasta seis kilobits (kb). El sistema lo ha adoptado ya la NASA norteamericana para permitir el acceso seguro de personal a sus instalaciones y es el mismo que se está probando en el transporte público de Madrid y en otras redes de grandes conurbaciones europeas.
La implantación de estas tarjetas forma parte, en el caso de TMB, de un plan tecnológico mucho más amplio en el que se incluyen 28 programas de mejora del servicio (redes de comunicación técnica, sistemas de gestión interna, seguridad de la circulación o canales de información al cliente) que se prevén implantar hasta el 2015. La inversión conjunta será de 173 millones, según detalla Dídac Pestaña.

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