jueves, 18 de junio de 2009

CRISIS | Se reduce la demanda Taxis libres las 24 horas del día


Vídeo: Bernardo Díaz

Taxis esperando clientes durante un turno de noche. | Bernardo Díaz

Taxis esperando clientes durante un turno de noche. | Bernardo Díaz

Hace unos meses, conseguir un taxi una noche de fin de semana en la Gran Vía era una tarea que exigía una mezcla de esfuerzo y paciencia. Los viandantes se acumulaban en las aceras. Callao, Sol, Chueca o la calle de Alcalá eran el escenario donde gente de todas las edades miraban con desesperación al asfalto en busca de un taxi libre. Cuando éste llegaba, aparecía aún más gente que se lanzaba en busca del codiciado medio de transporte público.

Ahora, los tiempos han cambiado. Los taxis con la luz verde y el cartelón de "libre" en la mampara delantera pasan una y otra vez frente a los neones de las tiendas y teatros de la Gran Vía a todas horas. En la calle sigue habiendo transeúntes. Pero no cogen el taxi.

"Estamos sufriendo en nuestras carnes una bajada de facturación mayúscula. Es muy duro", explica Juan Antonio Parrondo, presidente de la Asociación Gremial Auto Taxi. Según Parrondo, la facturación ha bajado "en torno al 30% o el 40%" de manera general. Pero la cifra crece las noches de los fines de semanas y festivos. "Si se compara con los datos que teníamos antes, la recaudación los viernes y sábados ha descendido más de un 50%", explica.

La escasez de clientes se nota aún más en la madrugada. Pero de día la cosa no mejora. "Quitando el AVE, el aeropuerto de Barajas y la Estación Sur, en las calle no hay trabajo", se quejan. Para muchos taxistas, el termómetro de lo que sucede se puede ver en las paradas. Según los cálculos de los taxistas, en Madrid hay unas 1.500 plazas en las paradas, pese a que circulan cerca de 9.000 taxis. Y ahora todas están repletas. Los coches no caben.

El futuro no se presenta esperanzador. "Estamos minimizando todo lo que podemos el coste de la explotación del taxi, pero aún no es suficiente", señala Parrondo.

'Muy preocupante'

José Luis Funes, presidente de la Unión Nacional de Asociaciones Libres de Autopatronos y Empresarios del Taxi (Unalt), cataloga la situación de "muy preocupante", ya que a la gran bajada de facturación y a la crisis económica se suma "el repunte en el precio del petróleo".

Uno de los principales problemas a los que se enfrenta el sector es lo fraccionado que se encuentra el gremio. Las asociaciones están enfrentadas interna y externamente. Cada una echa la culpa de lo que está sucediendo a diferentes factores y su falta de unión ha provocado que pierdan fuerza a la hora de abordar a las distintas administraciones para pedirles soluciones.

Precisamente, en lo único que coinciden es en culpar al Consistorio capitalino de buena parte de sus males. Pero la disparidad de opiniones y la falta de cohesión ha provocado que el colectivo no tenga influencia. "El Ayuntamiento no se muestra muy receptivo. Nuestras reclamaciones están siendo poco oídas, aunque estemos pidiendo la posibilidad de insertar publicidad en los taxis", protestan desde AutoTaxi.

Para Unalt, "el Ayuntamiento de Madrid no está haciendo los esfuerzos necesarios para ayudar al transporte público. Se debe incentivar el uso del taxi con políticas más imaginativas, porque el taxi es primordial".

Mariano Sánchez, presidente de la Federación Profesional de Taxi, asegura que ellos han hecho un llamamiento al Consistorio capitalino para que se produzca "una reordenación del servicio". A fecha de hoy, nadie les ha contestado. "Esperemos que lo hagan pronto, porque la situación es acuciante, prácticamente de subsistencia", puntualiza.

Sin consenso

Quitando la crítica al Consistorio madrileño, no existe ningún tipo de consenso para el resto de problemas. "La infraestructura es obsoleta, el Ayuntamiento sólo nos quiere para sacarse fotos y luego nos echan del Centro. La parada de la Puerta del Sol, en el año del centenario del taxi, por ejemplo, va a desaparecer. Las obras nos están matando. Y encima tenemos que padecer a los dirigentes del sector, que son unos frikis", se queja Miguel Ángel Mateos, taxista y antiguo portavoz de UGT-Uniatran.

"Ha bajado la profesionalidad. Hay gente que tiene licencia sin cartilla de taxista. Y mientras, quienes se suponen que nos representan, sólo se interesan por las luchas internas de las asociaciones, por salvar sus sillín. Son inflexibles para expulsar a los socios que se muestran en desacuerdo con ellos y mansos con las administraciones", se queja Mateos. Él no quiere ni imaginarse cómo será la situación en agosto. "Quien haya comprado una licencia hace poco debe estar tirándose de los pelos", se lamenta.

Los taxistas que contratan a conductores para que trabajen los taxis por las noches también son muy polémicos. Y de nuevo, el sector no se pone de acuerdo. Sánchez, de la Federación Profesional del Taxi, se muestra tajante en este aspecto. "Con la situación económica actual, el personal asalariado provoca el efecto contrario a cualquier gestión económica razonable. En vez de dosificar los taxis, mandamos una mayor oferta, unida a la menor demanda. Es absurdo", opina.

El presidente de AutoTaxi, en cambio, se muestra partidario de que "haya una mayor demanda de conductores". "En esta época de crisis, el colectivo del taxi es un refugio para mucha gente que está en paro, y algunos compañeros contratan a gente para que les conduzca el taxi por las noches, dándoles una oportunidad", dice.

José Luis Funes, de Unalt, también defiende la proliferación de conductores asalariados "Es legal, genera empleo y es razonable para todos", justifica. Para Funes, "el mayor problema es el intrusismo de vehículos particulares y de servicios públicos. En Madrid hay actualmente 580 licencias para alquilar vehículos con conductor y en los hoteles hay más de 3.000 vehículos ejerciendo esta competencia para el sector del taxi". "Está denunciado en el Ministerio de Fomento y esperamos que se tomen medidas pronto", sentencia.

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